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Primer día de apertura de bares: mucho trajín y buena música

Jueves 8 de octubre, 7 p.m. Este servidor llegó al pub República, ubicado en Sabana oeste, con la curiosidad de…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Primer día de apertura de bares: mucho trajín y buena música
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Jueves 8 de octubre, 7 p.m. Este servidor llegó al pub República, ubicado en Sabana oeste, con la curiosidad de saber qué tal sería el primer día de apertura de bares en el país.

Esto luego de que el sector de bares se mantuvo cerrado por casi 7 meses producto de la emergencia sanitaria declarada a raíz de la pandemia.

OBSERVE MÁS: Tras siete meses de cierre, los bares podrán abrir este jueves con estrictos protocolos

Con una mascarilla roja -que le compré a una vecina salvadoreña encantadora que huyó de su país por las maras- y un alcohol en gel tamaño “tamaguchi”, llegué al bar bajo una lluvia persistente pero no fuerte.

En la entrada del sitio hay un lavamanos de pedal, con jabón y toallas pero, además, hay un dispensador de alcohol en gel.

Una vez en el interior una de las meseras me tomó la temperatura y me ubicó en una mesa, con suficiente distancia de las más cercanas. Pero antes de sentarme la joven la desinfectó.

La mayoría de mesas de este bar estaba ocupada, salvo el sector cercano a la barra.

Uno de los socios del sitio me contó que este viernes instalan las divisiones de acrílico que estarán en la barra, donde no podrán estar muchas personas.

¿Música instrumental?

Observé la colocación de suficientes dispensadores de alcohol en gel y letreros con las recomendaciones de Salud en diferentes partes del bar.

Todo esto mientras veía a la gente en las diferentes mesas conversar distendidamente, ya sea con una cerveza artesanal, un refresco natural o una sangría.

El menú es digital, de modo que cada cliente debe tomarle una foto a un código QR y descargarlo en sus teléfonos. Pedí ceviche con patacones y un ají. Y de tomar una sangría bien copetona, con bastante fruta.

Mientras esperaba la comida veía en las pantallas partidos de fútbol americano y, por supuesto, me dediqué a tararear las canciones que salían de los parlantes: Erasure con Give A Little Respect y It’s A Sin de Pet Shop Boys… dos clasicazos de mi época de colegio.

Por lo menos en lo que estuve ahí no había música instrumental, pero debo decir que la que se escuchó estaba a un volumen por debajo de lo que solía estar antes de la pandemia.

Los meseros del bar estaban bastante ajetreados, tanto que una pareja se fue a los minutos porque nadie los atendió. Yo, personalmente, me sentí bien atendido.

Momento de comer

Unos 15 minutos después de ordenar llegó mi ceviche con patacones y ají. Me lo comí todo porque estaba con mucha hambre, pero el plato estaba pasadito de sal. ¡Y eso que suelo comer con mucha sal!

Cuando la mesera llegó a recoger el plato se lo comenté y ella lo recibió de muy buena manera. ¡Excelente actitud! Ahora espero que el negocio tome nota.

A las 8:15 p.m. este cliente pidió la cuenta y se retiró a su casa. ¿Balance? Hay un importante cumplimiento de los protocolos sanitarios y la gente que estaba en el bar lo tenía muy claro.

Y por lo visto hay un deseo importante de un sector de la población por regresar a estos negocios y tratar, dentro de las actuales circunstancias nacionales, de pasar un buen rato y, por qué no, ayudar a un sector de la economía que ha sufrido el varapalo de la crisis.

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