Tomás Gómez
La detención de un hombre que trasladaba a cuatro migrantes en condición irregular por la Zona Norte la mañana del viernes ilustra los diversos problemos que están enfrentando los cantones fronterizos en medio del incremento de casos de COVID-19.
El alcalde de Cañas, Luis Fernando Mendoza, dio la voz de alerta esta semana cuando denunció la llegada de extranjeros a varios barrios de su comunidad.
“No es posible que en Costa Rica nosotros estemos tomando las medidas adecuadas, por medio del Ministerio de Salud y tengamos que exponernos a la llegada de indocumentados, que no sabemos en qué condiciones sanitarias vienen y estemos mucho más expuestos a un contagio por la llegada de extranjeros indocumentados”, señaló esta semana en un video de Facebook.
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Un sondeo hecho por El Observador con otros ediles de la zona confirmó la problemática, que se suma a los desafíos económicos, sociales y de salud que ya se enfrentaban como parte de la pandemia.
Donde comienza Costa Rica
Son en total ocho cantones los que están en el cordón fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua, una región con los casos al alza y donde las autoridades redoblan esfuerzos por contenter los contagios.
Así narran las autoridades de algunos de ellos el desafío de estar cerca del país vecino, cuyo manejo de la pandemia representa una de las principales amenazas para la estabilidad frágil conseguida por Costa Rica:
LA CRUZ
Al norte de Guanacaste se ubica La Cruz, puerta de entrada al país mediante el paso de Peñas Blancas y que ha debido lidiar con problemáticas como el cierre de fronteras de las últimas semanas, que generó presas kilométricas según el alcalde Alonso Alán.
“Como cantón fronterizo sabemos la importancia que tiene esta zona para el resto del país porque nos convertimos en la primera contención con toda la emergencia que vive el país sobre todo con las noticias que nos llegan del hermano país de Nicaragua donde pareciera que hay cierto riesgo”, contó el dirigente.
El desafío en este punto es doble pues la frontera no es solo terrestre sino marítima, lo que ha requerido de refuerzos no solo policiales sino hasta de guardacostas.
Alán agregó que con la llegada de nuevas restricciones se ve más vulnerada la economía, por lo que pide atención para las solicitudes del Bono Proteger de la comunidad.
UPALA
Siguiendo la línea fronteriza aparece Upala, ya en la provincia de Alajuela, donde poblados como están a pocos metros del territorio nicaragüense.
“Aquí tenemos mucho punto ciego entonces la policía está trabajando 24/7 para poder conteer la cantidad de nicaragüenses que ingresan”, explicó la alcaldesa Yamileth López.
López agregó que las comundidades se están organizando mediante las asociaciones de desarrollo para denunciar a las personas que ingresan en condición ilegal al territorio.
Como parte de su mensaje, la dirigente advirtió que las condiciones económicas también estarían incentivando las prácticas de coyotaje.
GUATUSO
Para Ilse Gutiérrez, alcaldesa de Guatuso, el movimiento de migrantes en la región es manifiesto y es una de las principales amenazas en medio de la pandemia.
“Incluso por acá se han decomisado ya autobuses de personas que usan de forma irregular esos servicios y que lo nos abren son más focos que nos convierten en otra situación un poco más complicada”, describe.
Ella comentó además que hay agrupamientos de personas que pueden favorecer los contagios.
POCOCÍ
Pasando luego por Los Chiles, San Carlos y Sarapiquí la frontera acaba en Pococí, ya del lado caribeño.
El cantón limonense ha , lo que motivó un pronunciamiento del alcalde Manuel Hernández según el cual “se han detectado flujos de transporte de personas en estado migratorio irregular para las cuales estamos tomando medidas que nos permitan controlar y frenar ese tránsito”.
En el texto, la municipalidad dijo que para la próxima semana se estarían anunciando nuevas medidas contra el problema.
Riesgos advertidos y planes especiales
Un incremento de casos en los cantones fronterizos con Nicaragua estaba presupuestado por las autoridades nacionales dentro de la pandemia de COVID-19 que afecta al país.
«En nuestro análisis prospectivo desde hace semanas e incluso meses atrás vimos que la situación de la Zona Norte iba a devenir como uno de los principales problemas», admitió esta semana el presidente Carlos Alvarado.
Sus palabras fueron secundadas por el Ministro de Salud, Daniel Salas, quien adelantó que ya se busca ayuda internacional por parte de Cancillería y jerarca de Seguridad, Michael Soto, que anunció un reforzamiento de la vigilancia aérea mediante avionetas y drones.
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Para contener la ola de contagios en estos cantones se dio marcha atrás con algunas medidas de reapertura, lo que se tradujo en una nueva restricción vehicular, la limitación de la navegación en los ríos e incluso la restricción de operaciones comerciales en aquellos distritos donde se decretó alerta naranja.
Todas las medidas de control, indicaron las autoridades, están sujetas a nuevas revisiones ya sea para un relajamiento o un fortalecimiento.
