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Productividad y competitividad

Juan E. Muñoz Giró. Lead University Un componente esencial del bienestar de la sociedad es la capacidad de generar niveles…

Por Desde la Columna

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Productividad y competitividad
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Juan E. Muñoz Giró. Lead University

Un componente esencial del bienestar de la sociedad es la capacidad de generar niveles crecientes de ingreso. Aparejada con esta capacidad, están las posibilidades de desarrollar más facetas de la vida diaria que, de otra forma, estarían limitadas o no se presentarían del todo. En otras palabras, a mayores ingresos, mayores posibilidades de disfrutar el ocio.

A lo largo del tiempo, los incrementos de los ingresos responden a la creación de nuevas fuentes de empleo, las cuales son producto de la dinámica de la economía para innovar sus procesos productivos y profundizar sus encadenamientos de comercio tanto interno como externo.

En Costa Rica, las zonas de régimen especial, conocidas como zonas francas, han representado un acierto de política comercial que lamentablemente no se ha replicado en las empresas que no están inscritas en las zonas francas.

Las empresas de zonas francas han promovido puestos de empleo con un alto valor agregado, ingresos altos y una dinámica de innovación que han permitido que los costarricenses que laboran en ellas desarrollen habilidades y competencias que, de otra forma, no se los hubiera permitido el régimen tradicional.

Para establecer las bases sólidas del crecimiento y desarrollo económico es requisito indispensable promover la productividad de los costarricenses. Esta productividad se entiende como la actividad humana que permite la creación y producción de bienes y servicios de alta calidad con el menor uso de los recursos disponibles, tanto de capital como de tiempo. Para ello, hay que fomentar en la persona sus habilidades, competencias y conocimientos sobre la base de los requerimientos laborales de la nueva economía del conocimiento y de lo que se ha dado en llamar la cuarta revolución.

Es aquí en donde entra el esquema académico orientado a las profesiones denominadas con las siglas en inglés STEM: Science, Technology, Engineering,MAthematics. ¿Está el sistema educativo costarricense adecuado para que los niños de primaria hasta los jóvenes de carreras técnicas y universitarias le pierdan el temor a los números y disfruten en el futuro de los frutos de su inteligencia y capacidad laboral? Para varios de ellos la respuesta es afirmativa; para otros, tal vez muchos, es negativa.

 

Los planes educativos, especialmente los que se aplican en el sistema de educación pública, no obtienen los resultados esperados en comparación con los del sistema privado y esto llevará en el tiempo no solo a comprometer el crecimiento y el desarrollo del país, equitativo para todos, sino también a ampliar la brecha de ingresos, la brecha digital y la diferencia de bienestar social entre los costarricenses.

Es importante también poner énfasis en el hecho de que, aun cuando se logre aumentar la calidad de la formación académica y técnica de los costarricenses, los elevados costos existentes para establecer empresas, innovar los procesos, aligerar los trámites y otros más, hacen que las ganancias asociadas con la productividad se pierdan por los costos de la competitividad.

El tema es un problema que hay que resolverlo desde ya. Trabajar en mejorar el proceso educativo, con más técnica y ciencia, y facilitar la vida de los costarricenses con una reducción de costos de operación.