Emprendimiento

Proyecto de ingeniera tica ha ganado $52.000 por material sustituto del cuero con restos de piña

Empresas privadas, instituciones públicas y otras iniciativas ligadas al medioambiente y el emprendimiento han otorgado $52.000 en premios al proyecto…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Proyecto de ingeniera tica ha ganado $52.000 por material sustituto del cuero con restos de piña
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Empresas privadas, instituciones públicas y otras iniciativas ligadas al medioambiente y el emprendimiento han otorgado $52.000 en premios al proyecto de una ingeniera costarricense, quien creó un material sustituto del cuero gracias a los restos que genera la producción de piña.

Mediante estos “desechos”, que ahora son la materia prima de la empresa Tropical Matter, se crean fibras que luego pueden ser usadas para la confección de textiles. Esta es su primera oferta.

Pero también se creó este otro material alternativo al cuero que presenta como un producto estrella.

La idea es de la ingeniera química Débora Zúñiga, quien dedicó su tesis de licenciatura a este proyecto desde el 2018. Desde un inicio el plan era emprender y al mismo tiempo buscar soluciones a problemáticas específicas y ligadas al ambiente.

Gracias a estos $52.000 ya están finiquitando los estudios en laboratorio que comprueban su resistencia y capacidad.

Zúñiga dijo a El Observador que los resultados que tienen hasta ahora es que tanto las fibras como el cuero cumplen con los estándares del mercado y hasta los superan.

En el caso de las fibras (extraídas específicamente de las hojas), por ejemplo, estas llegan a ser más blancas y suaves que las de cáñamo o coco, por lo que incluso significaría una reducción de costos para las empresas que producen los textiles.

A la espera de más fondos 

Sin embargo, no han podido dar el salto a la producción industrial por falta de presupuesto. Zúñiga explicó que no solo es insuficiente, sino que muchos de estos fondos tienen objetivos definidos, por lo que no lo pueden usar para tareas como pago de salarios a operarios.

Además, explica que hay empresas que les han pedido demostrar su producción para brindarles su ayuda o fondos económicos.

“Yo no puedo demostrar que voy a hacer exitoso con una buena producción para ganar estos fondos, si no tengo los fondos para iniciar esa producción”, señaló Zúñiga.

“Han sido buenos fondos, pero en términos de Costa Rica (…) Realmente es muy poquito si se compara con otras partes del mundo”, añadió.

Un proyecto de “gran impacto” 

Desde que inició su tesis Débora Zúñiga sabía que quería emprender con una idea de “gran impacto”. Y en este caso, la ganancia la percibiría principalmente el medioambiente.

Los productos de esta empresa costarricense están pensados para disminuir al máximo el uso de otros recursos durante la producción.

“Queremos que sea lo más verde y no usar, por ejemplo, derivados del petróleo”, señaló.

Entonces, mientras que para generar un kilo de algodón (ya producido para venta) se requieren entre 10 y 17 mil litros de agua, el usar los restos de la piña les ahorra dicho gasto de agua, muy común en la producción textil. Lo que genera un gran impacto económico y una importante huella ambiental.

Pero por otro lado llegaría a resolver una problemática gigante en uno de los principales países productores de piña del mundo. Se estima que cada 50.000 hectáreas de piña generan unas 250 toneladas de residuos y “no todos son responsables” a la hora de deshacerse, según la ingeniera.

Costa Rica supera en este momento las 60.000 hectáreas sembradas de este cultivo.

Tropical Matter ve en esas toneladas de residuos su materia prima y pronto pretende llegar a mercados nacionales e internacionales.

Además de Zúñiga que es la directora ejecutiva, el equipo lo completan Camila Charpentier, quien es la jefa de Operación y Errol Solano como director de Logística y Procesos.

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