Tomás Gómez
Ante el número sostenido de muertes violentas de mujeres en el país, este miércoles fue presentado el proyecto de ley “Vivas las Queremos”, que busca un incremento de las penas cuando medie violencia física, sexual o patrimonial.
Se trata de una reforma al artículo 112 del Código Penal que incluiría dichas conductas en la lista de homicidios calificados, los cuales se condenan con penas de entre 20 y 35 años de cárcel.
La diputada socialcristiana María Inés Solís impulsa la propuesta y destacó que a su criterio la legislación penal tiene un rezago de varias décadas en cuanto a la regulación de femicidios.
El pasado lunes, un hombre asesinó a apuñaladas a la médica anestesióloga María Cedeño Quesada, en un cuarto de hotel en Quepos. Este caso sería el femicidio número siete en lo que va del 2020. Hasta el 17 de junio, el Observatorio de Género del Poder Judicial cuantificaba seis.
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Homicidas sin relación con víctima
Según Solís si bien se han creado condenas especiales para aquellos casos en que la víctima tiene algún tipo de vínculo con su homicida; aún hay vacíos que permiten a los asesinos ser juzgados por el delito de homicidio simple, lo que garantiza una pena de 12 a 18 años, mucho más baja que la pretendida por el proyecto.
“Desde hace varios años se han venido dando en Costa Rica no solo por parte de hombres que tienen o han tenido una relación sentimental de matrimonio, unión de hecho declarada o sin declarar, alguna otra relación de índole amorosa, de filiación o parental, sino, masculinos que por motivos laborales, vacacionales, casuales, desgraciadamente coinciden con una mujer en algún lugar y deciden tomar su cuerpo a la fuerza para violentarlas sexualmente, físicamente y algunas veces hasta patrimonialmente, pero no sintiéndose satisfechos por esos actos tan deleznables, deciden ejecutar un acto de la más ingrata barbarie y despojarlas del bien más preciado: la vida”, explicó la diputada.
“Urge devolverles a todas las mujeres la libertad y la paz, ayer fue Luisa Cedeño, una doctora sancarleña que no murió de covid atendiendo a sus pacientes, sino por culpa de un asesino que merece el castigo con toda la fuerza de la ley y que no haya posibilidad de juzgarlo levemente, que no quede impune este homicidio atroz, ni tantos otros donde hombres le han quitado a mujeres lo más preciado de todo ser humano, su vida”, agregó la socialcristiana en alusión a una de las últimas muertes violentas de mujeres registradas en lo que va del año.
