Hermes Solano
Nelson Sánchez Ureña, alias Sukia, enfrenta desde esta semana el juicio como sospechoso de asesinar a la joven Allison Bonilla Vázquez en marzo del 2020.
En prisión preventiva por este caso, el hombre de 29 años llega todos los días al Tribunal Penal de Cartago custodiado por dos o tres agentes de cárceles del OIJ.
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¿Qué hace durante la audiencia?
Este miércoles, en el tercer día de juicio en la Sala 1, Sánchez Ureña estuvo toda la audiencia de la mañana casi que sin mirar a su alrededor.
Una vez llegó a la sala le quitaron las esposas, se sentó y su abogado Adrián Rojas le entregó una hoja en blanco y un marcador.
Desde ese momento su atención estuvo puesta en ese papel, mientras el investigador del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) relataba el proceso que llevaron para determinar que él era el responsable del homicidio.
El imputado pasó dibujando la audiencia y no reaccionó en ningún momento a nada de lo que dijo el oficial del OIJ.
Ni siquiera levantó la mirada cuando en una pizarra de la sala de juicios el agente dibujó el mapa del recorrido que hizo Allison el 4 de marzo de 2020. Esto antes de supuestamente subirse al carro que el sospechoso manejaba.
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Rechazó cargos
Vestido con un suéter color vino y con el gorro puesto sobre su cabeza, Sukia pidió que su imagen y su voz no se grabaran dentro de la sala de juicios.
Además, el lunes, cuando se sentó en el estrado rechazó los cargos y dijo que por ahora no iba a declarar.
El imputado fue señalado por su primo de seguir a Allison el día de su desaparición. Además, el OIJ indicó este miércoles que en el carro de su propiedad se encontraron rastros de sangre de la joven.
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“El resultado de las muestras de sangre de la cajuela y parte plástica de la puerta de la cajuela indican que la sangre le pertenece a la ofendida Bonilla Vázquez”, indicó el investigador Felipe Aguilar.
Además, en las cámaras de seguridad se ve cuando el vehículo pasa un minuto y medio después de Allison. Y ese mismo 4 de marzo en la noche se vio su carro rumbo a Cachí, en la ruta que lleva al botadero clandestino donde encontraron los restos de la joven.
Lágrimas de madre
Mientras Sánchez Ureña se dedicaba a dibujar, la madre de Allison, Yendry Vázquez vivió un día difícil al escuchar lo dicho por el investigador del OIJ.
A lo largo de la audiencia lloró y así salió de la sala, con ojos llorosos y un pañuelo en su mano para secar las lágrimas.
La mujer tuvo que revivir toda la pesadilla vivida desde el 4 de marzo cuando desapareció su hija y hasta el 28 de setiembre, cuando se encontraron los restos óseos que días después se confirmó eran de ella.
Lo que sigue
El juicio está programado para terminar el viernes 30 de julio. Tras la declaración del investigador del OIJ, sigue otro que también estuvo con el caso.
Luego se sentarán en el estrado los peritos y también se analizará toda la prueba documental; es decir, los vídeos de las cámaras de seguridad y demás material.
