Avenida O

¿Qué lugar elige ante el machismo?

Katherine Arce para El Observador En semanas anteriores la noticia del femicidio de Eva Morera, la joven de 19 años…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
¿Qué lugar elige ante el machismo?
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Katherine Arce para El Observador

En semanas anteriores la noticia del femicidio de Eva Morera, la joven de 19 años asesinada en Barva de Heredia, puso en luto a nuestro país.

Para el 4 de noviembre, la Fiscalía Adjunta de Género contabilizó 11 femicidios durante este 2019. Once han sido las mujeres a las cuales su vida les fue arrebatada de forma injusta, violenta y cruel por hombres conocidos para ellas, que resultaron siendo sus verdugos en los espacios donde se supone que más seguras debían sentirse.

Ante estas noticias las preguntas comunes son: ¿Por qué ella se quedó allí? ¿Por qué no lo dejó? ¿Por qué no lo denunció? ¿Era masoquista? ¿Le gustaba que la trataran así? ¿Cómo lo permitió?… un largo etcétera.

En la reacción social, el gran cuestionamiento ausente es el dirigido hacia el agresor: ¿Por qué creyó que tenía derecho sobre la vida de ella?

Esta culpabilización dirigida a las mujeres víctimas refleja profundamente el machismo que seguimos reproduciendo como sociedad; donde es ella la que tiene que estar alerta, es ella la que tiene que cuidarse hasta en su propia casa, es ella la que no tiene que provocar la agresión. En conclusión: ES ELLA LA RESPONSABLE de cómo los hombres que le rodean se comporten.

Centrarse solamente en preguntar por la relación entre la víctima y el agresor es una visión simplista de la violencia basada en género.

Este fenómeno es el resultado de un entramado de creencias, simbolismos, aprendizajes, costumbres que se sostienen desde la vida cotidiana y en todos los espacios en los que socializamos.

Se legitima la violencia cuando nos reímos de un chiste que humilla a las mujeres. Cuando le decimos a una mujer cuáles prendas de ropa debe dejar de usar para no “provocar” ser acosada o violada.

Cuando decimos que los hombres son “más racionales”, y por eso merecen un lugar privilegiado en el mundo. Cuando coreamos canciones que objetivizan a la figura femenina.

Cuando decimos que los problemas de pareja “son de dos y se arreglan debajo de las sábanas”. Cuando somos indiferentes ante las expresiones machistas.

Cuando elegimos el silencio, estamos siendo cómplices del sistema que le falló a Eva, y otras tantas otras mujeres en el mundo que hoy ya no tienen voz. Mujeres que ahora quedarán como una estadística para la mayoría y como un dolor eterno para las personas que las amaron.

Y usted, ¿es parte del silencio indiferente que mata o es parte de la solución? ¿Qué lugar elige ante el machismo?

 

Licda. Katherine Arce Robles
Psicóloga especialista en temas de género