Tomás Gómez
Los problemas de presupuesto de muchas familias también los enfrentan algunas instituciones. Este es el caso de Japdeva, cuya quiebra “podría darse en cuestión de semanas” según el decir de la presidenta ejecutiva, Andrea Centeno.
“No hay fondos ni en caja ni en bancos que nos permitan tranquilidad para saber que vamos a cubrir la planilla y los gastos de operación”, narró la jerarca al describir la situación con la que cierra cada quincena.
Las declaraciones se hicieron frente a la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa en la cual se debate una inyección de más de ¢22.000 millones para mantener a flote la institución.
Cifras alarmantes
Para describir el estado actual de Japdeva, Centeno compartió datos que inquietaron a los diputados. Entre ellos:
- De los 1.186 funcionarios, un 80% debe ser recortado
- Los salarios consumen la mayor parte del presupuesto
- Hay 219 plazas que ya fueron congeladas
- La estructura de recursos humanos de Japdeva es un plan piloto desde 1989
- En los últimos años, solo el 2014 no tuvo déficit
La jerarca advirtió también que es necesario usar los ¢5000 millones que tenían ahorrados para poder mantenerse a flote.
Además, los ingresos mensuales que antes llegaban hasta los ¢4.500 millones cayeron desde la entrada en funcionamiento de la Terminal de Contenedores de Moín a cargo de APM.
En resumen, estos son los ingresos, en millones de colones, que ha tenido Japdeva desde entonces:
‘En cuestión de semanas’
Los diputados aprovecharon la presencia de la dirigencia de Japdeva en la Asamblea para cuestionar distintos aspectos de los proyectos de rescate.
En su intervención, el liberacionista Wagner Jiménez fustigó los denominados “planes de modernización” de la institución.
“Modernización es una palabra que genera expectativas muy altas y lo que se está haciendo no es eso”, criticó Jiménez, tras lo cual la presidenta ejecutiva aceptó cambiarle el nombre a las iniciativas.
Intervenciones similares realizaron el evangélico Eduardo Cruiskshank, quien dijo que Japdeva había sido puesta adrede en esa situación. El frenteamplista José María Villalta, quien exigió los estudios técnicos con los cuales se habían hecho, inicialmente, proyecciones favorables para la institución aún y cuando se sabía que venía la competencia.
Al salir de la sala donde se realizó la comparecencia, Centeno se dirigió a la prensa para lanzar un último mensaje: “La quiebra podría ser cuestión de semanas, si no se inyectan los recursos que conlleva el proyecto que se presentó”.
