Josué Alvarado
Un grupo de voluntarios de Caja de ANDE participaron en un novedoso proceso que consiste en recolectar semillas de especies en peligro de extinción, con las que luego se crea un vivero, de donde se tomarán los recursos para posteriormente reforestar.
El trabajo consistió en la recolección de 300 semillas de árboles de especies nativas y endémicas.
La recolección se realizó en Finca Integral El Jícaro, en El Roble de la Virgen de Sarapiquí.
Algunas de las especies recolectadas son: jícaro de montaña, cedro amargo, cedro macho, cedro maría, palmito de montaña, palmito amargo, titor y almendro de playa.
El proceso de recolección fue completamente manual. Las personas se adentraron en la finca, buscaron semillas entre las hojas y luego las llevaron al vivero, donde de conservan.
Una vez que tengan el tamaño idóneo se convierten en un árbol listo para sembrarse e iniciar con la reforestación en Sarapiquí.
“Estamos creando consciencia sobre la importancia de los árboles nativos, logrando así la multiplicación de estos, ya que se encuentren en peligro de extinción”, señaló la coordinadora del voluntariado, Eimy Ovares.
