“No es cuestión de ser valiente, sino de confiarse a la experiencia”. Este es una de las frases con las que el médico español Diego González Rivas recorre el mundo y con la que llega esta semana a Costa Rica.
El Dr. Diego tiene 50 años de edad y es nacido en La Coruña. Desde hace varios años recorre el mundo para realizar operaciones complejas a pacientes que luchan contra el cáncer de pulmón, en su mayoría, y otros tumores agresivos.
Protagonista de portadas en revistas científicas, múltiples entrevistas y hasta documentales-uno próximo a salir-el “doctor nómada” mantiene una clara misión: “opero lo que nadie se atreve”, dijo al medio ABC en su país.
No opera en un solo hospital. Lo hace en decenas de centros médicos del mundo. Realiza cerca de 900 operaciones al año en más de 120 países.
Desde el 2014 realiza también una labor altruista y hace año y cuatro meses abrió la Fundación Diego González, que ya opera en África. Ahí logró adquirir una unidad móvil para llegar a lugares que carecen de las condiciones médicas básicas en ese continente.
Ahora llega por primera vez a Latinoamérica y lo hace desde Costa Rica, donde se espera crecer en uno de los primeros Centros de Excelencia para impactar a países de la región.
La técnica
Operaciones complejas y recuperación en horas. Así se define la técnica quirúrgica llamada Uniportal VAts que desarrolla el médico español.
“Él es un cirujano torácico conocido a nivel mundial, inventor de una técnica por la cual operan con una incisión muy pequeñita de 23 centímetros […] Es una operación rápida, es una operación que tiene un postoperatorio rápido también y que no tiene dolor”, explicó la directora de la fundación, Karla Salgado, a El Observador.
Llega a Costa Rica
El Dr. González estará en el país desde este domingo 7 hasta el miércoles 9 de abril operando a cerca de 10 pacientes que ya han sido seleccionados y que pasaron por los diferentes estudios.
Así inicia el trabajo de la fundación en Costa Rica, con la meta de atender unas 20 cirugías anuales, incluso en este 2024.
Este objetivo se gestó y comenzó ahora a partir de una experiencia personal del encargado del proyecto en suelo tico.
“Mi hijo fue diagnosticado con cáncer, tenía un un tumor que era difícil de remover. La operación que nos proponían era una operación muy agresiva, con una recuperación dudosa y muy lenta y, bueno, encontramos al doctor y tuvimos la gran oportunidad de que operara a mi hijo en España con una recuperación asombrosa. Estuvo tres días en el hospital salió al cuarto día y hoy tiene una vida normal”, describe Luis Diego Osborne, representante de la fundación en Costa Rica.
Hoy, su hijo Julián de 16 años tiene una vida normal, recuperado y en su último año de colegio. Su meta es ser doctor.
El objetivo de la fundación en el país es atender los casos de pacientes con esperanza de vida y que no tienen los recursos para tratarse de otra forma. Al paciente se le cubrirán todos los gastos de un procedimiento que tiene un costo millonario.
“La Fundación está enfocada en pacientes que no tienen la opción de tener cirugía que les haga corregir su problema principal. Esto quiere decir que es un paciente que, primero, que no tienen los recursos para para hacer esto de forma privada y además se cumplen con las condiciones que el doctor González Rivas necesita para que la operación sea exitosa y que realmente sea un impacto positivo en su vida”, explicó Osborne.
El grupo ya tiene una red de doctores (de la Caja Costarricense de Seguro Social y centros privados) en el territorio nacional que remitirá los casos de los costarricenses para estudio de la fundación.
Además, otra forma de contacto para solicitar apoyo es por medio de la página oficial: fundaciondiegogonzalezrivas.com/
La fundación tiene como meta extenderse a otros países de la región, pero con los Centros de Excelencia en Costa Rica, próximamente en México y uno sudamericano, aún por definir, y así atender a pacientes de otras naciones del continente Americano.
Otro propósito es capacitar a doctores en la innovadora técnica. En octubre de 2022, el Dr. González Rivas trabajó con un grupo de médicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) en ese proceso.