Tomás Gómez
La promesa del presidente Carlos Alvarado de dejar reglamentada la Ley de Cáñamo y Cannabis podría sufrir algunos ajustes.
A 12 días de salir de Zapote, el propio mandatario admite que la normativa sigue sin estar lista y que sería hasta durante la próxima administración que vería la luz.
“Esperamos dejarlo terminado, sino, lo más adelantado posible”, dijo el presidente saliente.
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“Hay muchas cosas que estamos haciendo para dejarlo terminado que es la meta o lo más avanzado posible para que la próxima administración solo tenga que emitirlo”, agregó.
El reglamento en cuestión es clave para el desarrollo de la ley que legalizó el uso industrial del cáñamo y algunas aplicaciones médicas del cannabis.
Incluso tras vetar la iniciativa original que habían construido los diputados; el Gobierno PAC había prometido generar el documento a cambio de que se aceptaran sus exigencias.
El Gobierno había logrado imponer sus exigencias sobre el proyecto de Cannabis a cambio de levantar el veto y aseguraba que vía reglamento podrían ajustarse algunos de sus señalamientos (Presidencia)
Atractivo para inversionistas
Un estudio de Procomer, indica que en el 2025 el mercado del cáñamo y cannabis medicinal podría mover $35.000 millones al año.
Cinde, por su parte, ya tenía mapeadas al menos 3 empresas interesadas en invertir dentro de esta rama en el país. Estas provienen de Estados Unidos e Irlanda.
La legalización del cannabis y el cáñamo se movió desde el arranque de la actual administración; sobre todo por un proyecto impulsado por la diputada independiente Zoila Volio.
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Tras años de revisiones y ajustes, a finales del 2021 se logró una votación y la validación a manos de la Sala IV. En enero anterior se dio la aprobación definitiva pero el Gobierno, amparado en amenazas de salud, seguridad, diplomacia y agro optó por vetar la normativa.
El Congreso cedió a las exigencias y finalmente se aprobó un nuevo texto que dependerá del reglamento pendiente para poder aprovecharse.
