Tomás Gómez
La Ministra de Educación, Guiselle Cruz, y la viceministra, Melania Brenes, renunciaron a sus cargos tras la ola de críticas por los polémicos formularios para recolección de datos que se incluyeron en las pruebas FARO.
Según informó Casa Presidencial la noche de este domingo, ambas salidas fueron presentadas al mandatario Carlos Alvarado y se harán efectivas a partir de este lunes.
El MEP quedará a cargo del hasta ahora viceministro Steven González.
48 horas de tensión
La semana anterior se desarrollaron las pruebas FARO de español, matemática y ciencias. Además, el MEP incluyó un cuarto formulario denominado “Cuestionario de Factores Asociados”.
Su desarrollo se dio el viernes y abarcó más de 600 preguntas que tomó a los niños más de 4 horas completar.
Desde ese momento las redes sociales comenzaron a dar cuenta de la molestia de los padres de familia.
Ese día en horas de la noche el MEP publicó un pronunciamiento de la viceministra, Melania Brenes, en el que se insistía en las bondades de la prueba.
Ella aseguró que los datos se cruzarían con las notas y culpó a la pandemia por el atraso de los niños al completar las pruebas.
Veinticuatro horas después y con una creciente ola de críticas le tocó el turno de dar la cara a la ministra Guiselle Cruz.
En su alocución anunció que la entidad procedía a eliminar las pruebas por problemas en las mismas.
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“Hubo un error en su elaboración, pues se obvió que una prueba tan larga era inadecuada para ser aplicada a niños y niñas de 11 ó 12 años. Y que algunas preguntas no se formularon adecuada ni oportunamente”, dijo.
La titular de Educación anunció también que Director de Gestión y Evaluación de la Calidad, Pablo Mena, como cabeza de este proyecto, “presentó su renuncia” el sábado 13 de noviembre y que se investigaría el caso.
El conflicto político se desató de inmediato y para el lunes la oposición adelantaba una moción de censura contra Cruz.
Las preguntas de la polémica
Ante la cantidad de información que circuló El Observador comparte los apartados del examen en cuestión.
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En ellos se pidió a niños de 11 años que contestaran preguntas como, por ejemplo, qué expectativa tiene su familia de ellos o de cuál material es el techo de su casa.
El formulario tiene la más diversa lista de preguntas, muchas de las cuales hacen énfasis en los bienes que tienen las familias.
Así, se pide dar detalles de las casas y su entorno:
A ello se sumaban interrogantes sobre las áreas verdes, para luego dar paso a una encuesta sobre electrodomésticos, medios de transporte y agregados.
Lo que piensa la familia
Como complemento, el cuestionario indaga en cómo se vivió el año académico de la pandemia en las casas.
Para ello profundiza en detalles de la participación de los padres y de cómo los hijos creen que son percibidos.
A los niños también les preguntaron si fueron a preescolar, la edad que tenían cuando empezaron a estudiar y si trabajan.
Ahí preguntaron también por los tipos de internet que tenía cada estudiante.
Incluso luego los pusieron a medir sus emociones, contar cómo estudian y hasta qué hacen en su tiempo libre.
Acompañado de este formulario, además cada niño debió llenar uno por cada materia. Allí se le preguntaba por la metodología de estudio, materiales dados por los docentes y más.
Según el MEP, cerca de 77.000 infantes pasaron por la prueba. De ellos, 7.000 lo hicieron en escuelas privadas.
MEP vivió el Gobierno entre polémicas
El Ministerio de Educación ha estado todo el Gobierno bajo el ojo de la polémica.
Como primer titular se designó al periodista y exalcalde de Curridabat, Edgar Mora. Su presencia siempre generó críticas y se fue creciendo con el paso de los meses hasta que varias semanas de protestas acabaron por tumbarlo.
Como reemplazo se seleccionó a Guiselle Cruz, que había sido viceministra tanto el Gobierno de Luis Guillermo Solís como en el actual.
Desde su llegada, dejó claro que seguiría la línea de Mora en temas como baños neutro y educación dual.
Otro de los ejes a los que prometió continuidad fueron las pruebas FARO.
Tras años de trabas prespuestarias, académicas y con la pandemia, los exámenes fueron postergándose hasta la semana anterior.
Los conflictos por estos finalmente dejaron fuera del cargo también a la jerarca.
También el MEP protagonizó una enorme andanada de críticas por su manejo de la adaptación de la educación a la pandemia.
