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Carlos Peña para El Observador
Dado que estamos en época electoral y diversas agrupaciones políticas van a iniciar la peregrinación por diversos espacios de emprendedores y pymes a nivel nacional, pensaba que podríamos resumir algunas peticiones del gremio en este y diversos artículos venideros.
Estaba repasando la encuesta hecha por la Municipalidad de Tibás el año pasado y encontrando los datos con respecto a las soluciones exigidas por sus entonces patentados y me sigue sorprendiendo que la principal sea: eliminar la restricción vehicular.
Es importante detenernos en este punto, la restricción vehicular ha sido la acción principal del Gobierno de la República para, según ellos, bajar la velocidad de los contagios.
Algunos apuntes
Es necesario también apuntar que diversos expertos fuera de nuestras fronteras han señalado que las restricciones en aforos o de tránsito lo único que hacen es retrasar las olas, pero que no tienen resultados significativos en cortar el contagio.
Recordemos también que el patrón de contagio tiene como principal foco las reuniones sociales en casas y no provienen los contagios de visitas a establecimientos comerciales.
Incluso, la misma Organización Mundial de la Salud ha publicado que tomar la temperatura o desinfectar las superficies en establecimientos no tiene ningún impacto importante en la transmisión del virus.
Es por lo anterior que debo reiterar que la eliminación de la restricción vehicular es la mejor forma de apoyar al sector pyme.
No solo por lo justificado anteriormente sino porque los mismos empresarios en la encuesta de la Municipalidad de Tibás y en sondeos hechos en diferentes grupos que uno participa se dice que ese es el peor problema que enfrentan las empresas actualmente.
Impacto de la restricción
La restricción vehicular limita las visitas y por ende las ventas, tan urgentes y necesarias hoy en día. Recordemos que muchas ventas se hacen de forma impulsiva, es por ello que los centros comerciales necesitan del circulante de personas que aunque vayan a comprar una sola cosa terminan consumiendo otras más, por ejemplo, quien va al banco termina aunque sea comprando un helado, en muchos casos.
En la encuesta mencionada el 92% de los entrevistados decía que la mejor solución a su situación empresarial es la eliminación de la restricción vehicular y en segundo lugar la limitación de aforo.
En noviembre pasado el Programa Estado de la Nación en su informe, con uso de información de aplicaciones de tránsito vehicular, hizo una correlación entre los cantones con más contagios y el seguimiento a la caída de los casos una vez impuesta la restricción vehicular. Lo curioso es que el mismo informe dice que la restricción sí tiene un impacto directo en la cantidad de casos pero a la vez dice que son resultados de la baja en casos son de muchas otras variables asociadas.
Si algo aprendí en la universidad es que una cosa no necesariamente lleva a la otra, en investigaciones científicas no se puede dar una conclusión definitiva por algo que aparenta una causalidad, es necesario investigar más.
Lo que es seguro es que el virus llegó para quedarse bastante rato, no podemos dejar de vivir y si nuestras autoridades sanitarias no se han podido ajustar después de casi año y medio la población ya no puede seguir esperando.
Estamos en una situación que tenemos que escoger asumir un riesgo de contagio (porque tampoco es seguro que uno se vaya a contagiar si sale) o dejar de comer (es certero para muchos comercios que sin flujo no puede pagar gastos fijos).
La restricción vehicular no está sustentada en evidencia real, solamente algunas conjeturas hechas por las mismas autoridades que la implementan y finamente impactan negativamente a quienes tratan de producir.
Esperemos a que algún candidato presidencial elimine la restricción vehicular como se conoce, aumente la vacunación y mantenga el uso de mascarillas como la herramienta principal.
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