Desde la Columna
Andrea Acosta Feoli para El Observador
¡Feliz año!
Dejamos atrás un año de experiencias y nos enfrentamos a un 2020 con la hoja en blanco. Una oportunidad para comenzar de cero, con ganas, con energía para proponernos alcanzar metas y sueños.
Es lo bonito de esta época, que si para bien es la famosa cuesta de enero, lo cierto es que, mentalmente, muchos están listos y motivados para hacer las cosas bien. La gente quiere organizarse, planear y está con miras a planes futuros.
Creo que una excelente forma de comenzar esta nueva etapa es proponiéndonos realizar mejoras pequeñas en nuestro día a día; ojalá actitudes que sean contagiosas, y que nos ayuden como sociedad a entendernos mejor.
Así que, para mi primera columna del 2020 no he querido enfocarme en un solo tema, si no más bien les tengo esta propuesta: un reto de pequeñas conductas y esfuerzos que podemos hacer día a día, que vayan a acumularse en un éxito social para nosotros y quienes está alrededor nuestro. Me refiero a pequeños cambios que podemos hacer que nos ayuden a llevarnos mejor.
¡Manos al reto!
Aquí el reto. Cortesía día a día en el 2020: 7 Conductas a practicar este nuevo año, comenzando hoy.
Todas son muy sencillas, solo requieren un esfuerzo de parte nuestra, para de manera consciente querer ser más cordiales; sin embargo, el resultado final vale más que un tesoro.
1- Saludemos
Cuando vayamos a un restaurante y un mesero nos atiende, saludemos de primero. Cuando estamos en alguna tienda o supermercado y tenemos que preguntar algo a un dependiente, saludémoslo de primero. A las personas de nuestro lugar de trabajo, saludemos apenas lleguemos a trabajar (aún cuando no estemos teniendo un buen día). Pongo esto como la primera conducta, porque, aunque parezca muy sencilla y obvia, a veces es de lo más olvidado.
2- Tengamos paciencia y cordialidad a la hora de manejar.
Esto en sí es todo un tema, pero las calles serían más tranquilas (y seguras) si todos respetáramos el ceda adonde está marcado, y si todos usáramos las direccionales cuando queramos cruzar, y de igual forma si vemos a alguien pidiendo espacio para pasar con la direccional puesta, y de manera respetuosa, le demos oportunidad para pasar.
3- En el elevador
En cuanto al elevador: esperemos a que la gente que va a salir, salga, antes de montarnos y no nos consumamos en el celular una vez que lo hayamos hecho.
4- Diga “gracias” y “por favor”
Cada vez que pueda diga: “gracias” y “por favor”, y enseñemos a nuestros hijos a hacerlo también.
5- Caballeros, sean caballeros
Sí, los tiempos han cambiado y el papel de la mujer también. Tenemos más derechos y oportunidades, aunque hay camino por recorrer aún. Sin embargo, un caballero siempre es bienvenido y si alguno cede su campo, abre una puerta o deja pasar de primero a una mujer, es una de esas cualidades raras hoy en día, pero cada vez más valiosas.
6- Seamos puntuales y apreciemos la puntualidad
Aún no entiendo cuando dicen “Vamos a darle tiempo a las personas que vienen tarde” cuando se debe premiar a la persona que llega temprano: entiéndase en eventos sociales, corporativos, citas médicas, entre muchos otros.
7- Hagamos de los modales en la mesa una prioridad en casa
Si nosotros y nuestros hijos practicamos día a día modales en la mesa, los mismos nos serán naturales cuando estemos en circunstancias más formales fuera de nuestra rutina. ¿Cuáles modales? No hablar con la boca abierta, usar cubiertos de la manera correcta, no poner los codos en la mesa, esperar antes de retirarnos a que todos hayan terminado de comer, etcétera.
Los invito a aceptar el reto y a tratar de hacer una costumbre de estas pequeñas pero significativas acciones. ¡Imagínense el mundo que podemos construir si voluntariamente queremos ser todos más amables unos con otros! ¿Qué otra conducta agregaría Usted al reto?
Les deseo lo mejor en este nuevo año: mucha salud, mucha felicidad, mucha prosperidad y mucha cortesía día a día.
Andrea Acosta Feoli es consultora en etiqueta y protocolo graduada de Protocol School of Washington
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