AFP
(Rio de Janeiro). El megafestival Rock in Rio arrancó este viernes con el rapero canadiense Drake como cabeza de cartel en una primera noche marcada por actos a favor de la preservación del medio ambiente y protestas contra la violencia policial.
“Te invito a ver la belleza de las diferencias”, pudo leerse en un clip que precede al concierto del DJ brasileño Alok, quien abrió el show en el escenario principal instalado en el corazón del Parque de los Juegos Olímpicos de 2016.
Este megaevento musical, que durante siete días reunirá a más de 700.000 personas -especialmente jóvenes llegados de todo Brasil- cobra una nueva dimensión bajo el gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático acusado a menudo de machismo, racismo y homofobia.
(Mauro Pimentel/ AFP) 
(Mauro Pimentel / AFP)
“Creo que festivales como este son muy importantes para generar un sentimiento de inclusión, de unión entre personas con una mente abierta”, explicó Ana Luiza Ferreira, una joven negra de 21 años, con el pelo teñido de rosa.
Ferreira, de Piracicaba, en el vecino estado de Sao Paulo, llevaba su accesorio favorito: calcetines con los colores del arcoíris, símbolo del movimiento LGBT.
Un grito contra la pobreza
“¡Detened el genocidio contra los negros, dejad de matarnos!”, gritó el rapero transexual Linn da Quebrada al subir al escenario, radiante con su vestido rojo y su rostro medio enmascarado.
En uno de los escenarios alternativos llamado “Espacio favela”, con un decorado que reproduce un barrio pobre de Río, dos bailarines blandieron una bandera brasileña manchada de sangre para protestar por la violencia policial que se desata en Brasil.
La semana pasada, el país se conmocionó por la muerte de Agatha Felix, de ocho años, quien fue asesinada por una bala en una favela de Rio.
En su octava edición en Brasil -la vigésima si se cuentan las organizadas en Portugal, España y Estados Unidos-, el festival nacido en 1985 reafirma más que nunca su deseo de trabajar por “un mundo mejor”, su eslogan desde 2001.
“Dar voz a la juventud”
“Nuestro compromiso va mucho más allá de los problemas ambientales, se trata de hacer del mundo un lugar mejor al dar voz a una juventud que durante mucho tiempo se ha visto privada de ella”, afirma Roberta Medina, vicepresidenta de Rock in Rio e hija del fundador del festival que se celebrará del 27 al 29 de setiembre y del 3 al 6 de octubre.
Para que toda esta juventud se sienta representada, la programación es más ecléctica, con jornadas dedicadas al hip hop (Drake), al pop (Pink), al rock (Foo Fighters, Muse), pero también al heavy metal (Iron Maiden).
Pero más allá de las estrellas del escenario principal, otros conciertos ofrecen duetos especialmente creados para la ocasión, como el del británico Seal con la brasileña Xenia França, o el dúo franco-cubano Ibeyi con el rapero local Emicida.
“Tocar en Rock in Rio es siempre bestial”, expresó hace días Andreas Kisser, guitarrista del grupo Sepultura y figura icónica del heavy metal brasileño, que ha actuado en prácticamente todas las ediciones desde 1991.
“También estuve como espectador en 1985 y ya estaban Iron Maiden y Scorpions, que volverán este año. Reviviremos todo eso, será un día histórico para el metal”, dijo a la AFP.
El 4 de octubre, Sepultura presentará una canción del nuevo álbum que tiene previsto lanzar en febrero.
Contra la intolerencia
En el escenario, Andreas Kisser usará una guitarra con los colores del arco iris, un mensaje de tolerancia hacia la comunidad LGBT, que se siente maltratada por Bolsonaro.
“Cualquier cosa que ponga en valor el respeto por las diferencias es importante, y las personas deben entender que hay diferentes formas de pensar sobre el amor, la familia”, dice.
Para él, la intolerancia ha vuelto porque el presidente “pronuncia un discurso que denota falta de respeto y educación”.
En cuanto a la Amazonía, tema candente con el aumento de los incendios forestales, el guitarrista recuerda que Sepultura ha denunciado la deforestación desde la década de 1990 con los álbumes “Chaos A.D.” (1993) o “Roots” (1996).
“Brasil siempre fue un caos en materia ambiental (…) Se ha avanzado mucho en los últimos años, pero desafortunadamente estamos literalmente tirándolo todo a la basura”, concluyó. Durante Rock in Rio, los organizadores se asegurarán de que los contenedores de residuos estén menos llenos de artículos no reciclables, con “fuertes restricciones impuestas a los proveedores”, explica Medina, quien promete que “el 100% de los desechos serán reciclados o reutilizados”.
