Con el apoyo de diputados de cinco fracciones y 36 votos, Rodrigo Arias es electo presidente de la Asamblea Legislativa para un tercer período consecutivo.
El liberacionista llegó con todo amarrado a este 1 de mayo, a pesar de que hace un mes parecía estar cuesta arriba en el proceso.
Arias supo aprovechar los momentos políticos que se presentaron en las últimas semanas para asegurarse el apoyo de los 19 diputados de la bancada de Liberación Nacional.
Además, negoció con Nueva República y también se dejó dos votos del PUSC: Vanessa Castro y Carlos Felipe García, quienes rompieron la línea de su fracción en apoyo a Horacio Alvarado.
Sumó el de la diputada de Progreso Social Democrático, Luz Mary Alpízar y el de las independientes María Marta Padilla y Gloria Navas.
El último sumarse al apoyo fue la bancada del Liberal Progresista (PLP), que el martes dio su apoyo y lo ratificó con los votos en la papeleta.
La sesión solemne de este 1 de mayo inició con normalidad. Se abrió el nuevo año legislativo y aunque de inmediato se debía pasar a la primera votación, tanto el PUSC, como el oficialismo solicitaron recesos de hasta 15 minutos para seguir negociando.
El oficialista Manuel Morales -8 votos- y el socialcristiano Horacio Alvarado -7 votos- eran los otros dos candidatos a la presidencia. También se postuló la frenteamplista Rocío Alfaro -6 votos-.
Arias se convierte en el sétimo diputado, en los últimos 84 años, en presidir la Asamblea Legislativa durante tres períodos consecutivos o más; siendo el primero en 14 años.
Largo camino
Rodrigo Arias anunció a inicios de marzo su intención de reelegirse como presidente del primer poder de la República con el apoyo de la mayoría de la fracción de Liberación Nacional.
Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo, entre ellos Gilberth Jiménez y Monserrat Ruiz, quienes le dieron el apoyo en los últimos días.
Luego, varias fracciones enfatizaron en que la Asamblea necesitaba un cambio y que era hora de darle frescura al trabajo legislativo.
Surgió entonces el bloque opositor, con participación del PUSC, el PLP y Nueva República, confirmando a Horacio Alvarado como su candidato.
A ellos se iba a unir el oficialismo y con eso sumarían 30 votos, lo que les daría el control del Directorio.
El panorama para Arias parecía sombrío; sin embargo, cambió después del 17 de abril, cuando anunció que no se reuniría con el presidente Rodrigo Chaves debido a los ataques del mandatario a dos diputados del PLN y a la Contraloría General de la República.
Esa situación hizo que desde el PLP decidieran cancelar cualquier negociación con el oficialismo, lo que quebró el bloque opositor y se dio el adiós de Nueva República.
Los neorepublicanos dieron su adhesión al verdiblanco, al que se unió Gilberth Jiménez y Monserrat Ruiz y en el último día el Liberal Progresista.
OBSERVE MÁS: Rodrigo Arias será el sétimo diputado en los últimos 84 años en presidir el Congreso por tres períodos o más
(Foto Alonso Solano / El Observador)
Complejo
Arias reconoció que este proceso de elección para su nueva presidencia legislativa ha sido el más complejo que le ha tocado vivir, no solo en la Asamblea Legislativa, sino en toda su carrera política.
“Ha sido un proceso complejo, la más compleja que he vivido en muchos años y uno de los procesos de negociación también más complejos que he vivido en mi historia política”, dijo el diputado.
Para el verdiblanco, lo que marcó la diferencia fueron los ataques a la institucionalidad del país.
“Lo que nos logró unir es que sentimos riesgos de que se estaba afectando la institucionalidad costarricense. Al final todos coincidimos en que el respeto al Estado de Derecho y a la división de poderes es lo más importante”, finalizó el jerarca legislativo.