Hermes Solano
Ricardo Sancho fue electo el sábado como nuevo presidente del Partido Liberación Nacional para los próximos cuatro años.
A él le tocará liderar el nuevo Comité Ejecutivo de una agrupación en la que las palabras renovar y transformar se volvieron trascendentales.
El gran reto de Sancho es que el PLN vuelva a ganar las elecciones nacionales, tras tres derrotas consecutivas. Para 2026, espera alcanzar nuevamente la victoria y llegar al Gobierno.
Para el dirigente, el partido verdiblanco está lejos de su fin y ve con optimismo lo que se presentará a partir de este momento.
“Se habla de que tres derrotas electorales es el fin de Liberación Nacional, yo creo que no”, señaló el abogado, quien fue diputado en el período 1998-2002.
“Los partidos tienen que transformarse y evolucionar. Liberación Nacional tiene la oportunidad de hacer un cambio de ideología, pensamiento”, añadió.
Por eso que la principal reforma que quiere instaurar el nuevo presidente es la de reformar el estatuto y mejorar la forma de elegir a los representantes de la Asamblea Nacional.
Considera que la actual es muy extensa y costosa; lo que genera desgaste entre todos los sectores del partido.
Incluso, participar en todos los procesos internos no garantiza llegar a ser candidato a un puesto de elección popular. Por ejemplo, él ganó la mayoría de los procesos desde distritales en Cartago de cara a las elecciones de 2022, pero finalmente no fue electo candidato a diputado.
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Crisis ética
Ricardo Sancho no esconde que Liberación Nacional atraviesa momentos complicados, principalmente en materia de ética y organización, pero confía en que a partir de la elección de la nueva dirigencia, vengan los cambios necesarios.
“Reconozco que ha habido una crisis ética y organizativa y que ahora existe material suficiente, porque hay gente honesta y una base, que si la ponemos en función de objetivos claros, podemos volver a tener un partido que pueda transformar Costa Rica”, consideró el presidente.
Sancho asume el cargo que dejó la diputada Kathia Rivera, quien, junto al resto de integrantes del Ejecutivo, renunciaron a sus puestos luego de la polémica por la salida del partido de la expresidenta Laura Chinchilla.
Considera que es una muy buena oportunidad para poder rescatar al partido y evitar una debacle.
“Es una gran oportunidad para restaurar y rescatar a una organización política que ha sido un baluarte en la transformación de este país”, dijo.
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Contundentes
Al igual que lo dijo el expresidente José María Figueres el sábado, sobre que los diputados no pueden ser corresponsables del Gobierno de Rodrigo Chaves, Sancho cree que se debe ser una oposición contundente.
Eso sí, aseguró que el diálogo es fundamental, pues se trata de resolver los problemas del país.
“Me parece que hay que buscar el diálogo porque estamos hablando del país, pero ser fuerte en temas en los que no estamos de acuerdo”, aseguró. Incluso, dijo que él no está de acuerdo con la venta del Banco de Costa Rica y ahí se debe ser fuerte en la oposición.
“Puertas abiertas del partido, pero vamos a ser muy contundentes en ciertos temas que no van por el camino correcto”, finalizó.
