Sergio Arce
Una caída de hasta un 80% en la visitación de clientes y temor por el futuro de los negocio y de las cientos de familias que laboran y dependen de este sector.
Este es el panorama que traza Jorge Figueroa, vicepresidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), que agrupa a 400 negocios de todo el país entre pequeños, medianos y grandes. No solo se vive sino que se vislumbra para el cortísimo plazo.
Figueroa asegura que hay una afectación muy alta en el sector, producto de la emergencia nacional decretada por el Gobierno el lunes, en un esfuerzo por contener la propagación del coronavirus COVID-19,que hasta el momento ha afectado a 50 personas en nuestro país.
En el mundo, la enfermedad ha cobrado la vida de más de 7.000 personas y ha afectado a poco más de 185.000, especialmente en Asia y Europa.
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El Ministerio de Salud ordenó el cierre de bares y casinos al tiempo que pidió a otros negocios, como restaurantes, evitar sobrepasar el 50% de su capacidad. Incluso desde antes de esta directriz los comercios de comidas afiliados a Cacore han reportado una baja drástica en sus ventas.
“Hay negocios que definitivamente han cerrado y los que siguen abiertos se han visto afectados con una baja en la concurrencia de entre un 40% a un 80%. Es terrible. La preocupación es para todo, pero pienso en nuestros colaboradores, porque a ellos dependen del porcentaje del servicio”, aseguró Figueroa.
Uno de los que redujo su planilla fue el bistró y café Estadero, en Heredia centro. Isabel Sáenz, una de las propietarias, indicó que ante el panorama “incierto” tuvo que adoptar medidas drásticas.
Entre ellas enviar a tres personas a la casa con una suspensión del contrato, y a otros dos colaboradores se les redujo a la mitad los tiempos de los turnos. Además, el local cierra más temprano y redujo inventarios, ya que las ventas se cayeron un 50%.
Gia Pandolfo, gerente de Mercadeo de Subway, reconoció que ha habido una baja en las ventas en los puntos ubicados principalmente en centros comerciales.
“Como era de esperar se ha observado una baja en tráfico especialmente en los centros comerciales, donde mucha gente está yendo menos acatando las medidas de permanecer más tiempo en sus casas y en los oficentros que han promovido el teletrabajo”, indicó ante consulta de El Observador.
Vanessa Villalobos es propietaria de St. Honoré, una cafetería francesa ubicada al oeste de San José que ha adoptado medidas para no despedir personal, ante una baja de hasta un 60% en sus ventas.
“No quiero despedir a nadie y por eso estamos haciendo ajustes; por ejemplo, horarios quebrados, porque las ventas se nos han caído. Pero Dios sabe que lo menos que quiero es despedir, pero el panorama está muy difícil”, relató.
El temor a despidos masivos es el mismo que este martes en la mañana externó la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), que advirtió del impacto drástico que tendría el brote de coronavirus en la economía si no se aplican medidas que el sector considera urgentes.
Álvaro Sáenz, presidente de Uccaep, teme que el desempleo alcance el 19%, escalando desde el 12% actual si no se adoptan algunas medidas que Figueroa, de Cacore, también calificó de necesarias y urgentes.
Entre estas destacan un recorte temporal del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 13% al 6% para estimular el consumo, la suspensión del pago de cargas sociales sobre los trabajadores sin que sean considerados morosos mientras dure la emergencia, la necesidad de flexibilizar las jornadas laborales y la suspensión temporal de los contratos de trabajo.
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Por su parte, Cacore espera que se agilice el proyecto de ley que recortaría las comisiones por el uso de datáfonos. “Esto nos daría más liquidez para operar”, comentó Figueroa.
“Lo que necesita la empresa privada es un apoyo real del Gobierno, no migajas que no harán ninguna diferencia. Nosotros, como sector de alimentos, representamos casi el 2% del PIB y somos más de 20.000 negocios. El sector está muy golpeado y necesitamos medidas concretas porque se vienen tiempos más difíciles”, apuntó el vicepresidente de la gremial.
Acciones sanitarias de algunas cadenas
Mientras los negocios hacen malabares para no cerrar y seguir generando fuentes de trabajo también aplican las medidas sanitarias exigidas en el marco de la emergencia nacional.
Esto indicaron algunos negocios consultados por este medio:
Burger King:
- Limpieza y sanitización de todas las áreas de los restaurantes.
- La disponibilidad de mesas no sobrepasa el 50% de la capacidad.
- La cadena cuenta con un stock de jabón y gel para los clientes.
- Cada bandeja se desinfecta luego de cada uso.
Estadero:
- Se reforzaron las medidas de limpieza de baños y superficies como mesas, sillas y menús cada vez que llega y sale un cliente.
- Se “bloquearon” las mesas intermedias para respetar el espacio dispuesto por las autoridades.
- El personal está en constante lavado de manos.
- Cada 30 minutos se desinfectan las manillas de los baños.
McDonald’s:
- Lavado de manos y sanitización de todas las aéreas del restaurante incluyendo las áreas comunes.
- Colocación de más dispensadores de alcohol en gel para los clientes.
- Limitar a un 50% la capacidad de los locales. Para lograrlo se hacen cierres temporales con el fin de evitar un flujo de personas mayor.
- Pronto se colocarán rótulos para bloquear sillas y respetar la distancia de 1,8 metros.
St. Honoré:
- Se quitaron mesas de modo que el local opera en un 50% de su capacidad.
- La distancia entre las mesas respeta la disposición del Ministerio de Salud.
- Las mesas y sillas así como saleros se desinfectan antes de que las usen los clientes y después de que se retiran.
- Hay disponible alcohol en gel y toallas húmedas.
- Los baños se desinfectan cada 20 minutos.
- La cocina se limpia con vinagre constantemente.
- El personal están en constante lavado de manos.
Subway:
- Lavado y sanitización de manos mediante alarmas de recordatorio para todo el personal.
- Uso de guantes en la cadena de preparación de los alimentos.
- Se ha aumentado la cantidad de veces que se sanitiza los puntos de mayor contacto de los clientes como las maniguetas de las puertas y las puertas, las puertillas de basureros, aseo de los baños, sillas mesas, área de cajas , datáfonos, máquinas de bebidas, en fin todas las areas de contacto.
- Se dejaron de entregar órdenes dentro del restaurante en bandeja y canasta, que son articulos reusables para evitar la manipulación de dichos artículos.
- En todos los restaurantes hay un dispensador de alcohol en gel para los clientes y se reforzó con un dispensador adicional para que los colaboradores de Uber Eats puedan sanitizar sus manos antes de retirar el pedido.
