Christine Jenkins Tanzi
El Banco Central de Costa Rica estima una mayor caída del Producto Interno Bruto (PIB) por un cierre que será más prolongado ante la segunda ola pandémica de COVID-19 que impedirá una recuperación durante los últimos meses del año.
El aumento de contagios a partir de junio en Costa Rica, así como la mayor baja de los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía mundial son los dos factores que llevaron que la caída estimada aumente a 5%, con respecto al 3,6% que se proyectaba en abril, según Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
El Banco Central ahora habla de una “prolongación” de las medidas en el segundo semestre, mientras que en abril suponía que las restricciones se levantarían gradualmente a partir de la mitad del año, dejando la contracción concentrada en el segundo y tercer trimestres seguido por un proceso de recuperación gradual.
Para el 2021, la economía se recuperaría lentamente con un crecimiento proyectado del 2,3%, según el Banco Central.
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“Lo que estamos asumiendo o suponiendo en el segundo semestre del 2020 es una apertura parcial de la economía costarricense y gradual hacia el 2021 con una apertura ya más fuerte en el 2021 que permitiría esta recuperación”, explicó Cubero este jueves durante una conferencia de prensa virtual.
“Ciertamente todos esos supuestos están sujetos a lo que eventualmente termine siendo la evolución de la pandemia y por eso tenemos, y enfatizo, un halo de incertidumbre inusualmente alto, un nivel de incertidumbre inédito en nuestras proyecciones de crecimiento”, comentó.
La revisión del Programa Macroeconómico también menciona un “posible endurecimiento selectivo” de las medidas durante la segunda mitad del año.
“Si bien el levantamiento de las restricciones sanitarias inició en mayo, antes de lo originalmente esperado, la abrupta escalada en la tasa de contagio de la COVID-19 a partir del mes de junio frenó ese proceso de reapertura, obligó a intensificar algunas de las medidas de confinamiento, y hace prever un posible endurecimiento selectivo de esas medidas en este segundo semestre“, según el reporte.
La caída del 5% durante el 2020 sería la segunda mayor contracción desde 1950, cuando inician las estadísticas oficiales de cuentas nacionales, según el Banco Central.
Al final de primer trimestre del año, se dio una fuerte desaceleración de la actividad económica (0,8%) que se transformó en marcada contracción (-9,2%) en los siguientes tres meses. Eso llevó a una caída interanual de 4,3% en el volumen del PIB durante el primer semestre.
Dos olas
El reporte del Banco Central habla de “dos etapas claramente definidas” de la pandemia. En la primera, se logra aplanar la curva con medidas como el cierre de fronteras, el confinamiento parcial de la población y el cierre de establecimientos de actividades no esenciales.
Esto permitió que en mayo se iniciara un levantamiento gradual de las restricciones, antes de lo previsto por el Banco Central en sus estimaciones originales.
Cubero dijo que esto se reflejó “un cierto repunte” en algunos indicadores como la movilidad de las personas, el consumo de combustibles y la tasa de ocupación en los hoteles que pasó del 10% al 30-35% según la información de reservas por internet revisada por el Banco Central.
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Sin embargo, a partir de junio inició una “segunda ola” de infección, más agresiva que la primera en términos de cantidad de casos positivos y hospitalizados que debilitó el avance de la apertura gradual programada.
“Hemos visto un repunte muy significativo en la tasa de contagio a partir de junio que ha obligado a las autoridades sanitarias a reconfinar algunas actividades y sectores del país, con lo cual digamos que el escenario se vuelve más complejo”, explicó Cubero.
“Ya no es cierre hasta mitad del año y apertura a partir de la segunda mitad del año, apertura gradual, sino que lo que vemos es una apertura más temprana que va a estar acompañado de reconfinamientos selectivos y desconfinamientos, reaperturas y cierres, según la evolución de la pandemia como claramente lo han hecho ver las autoridades sanitarias”, agregó.
Sectores devastados
En particular, las actividades económica con mayor impacto serían los hoteles y restaurantes con una caída del 35% mientras que el transporte público y privado que se reduciría un 19,7% durante el 2020, según el Banco Central.
También se proyecta una caída en el sector de construcción del 8,7% y en el sector comercio del 8,2%.
Sin embargo, Roger Madrigal, director del División Económica, explicó que las nuevas proyecciones sí incluyen una reapertura del turismo durante los últimos meses del año.
“Hay varias cosas que están ocurriendo, una es que estamos suponiendo que hay una apertura gradual en el flujo de turistas en la última parte del año, con niveles de ocupación de alrededor del 20% de los aviones”, dijo Madrigal durante la conferencia.
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“Vamos a ir siguiendo las medidas sanitarias que las autoridades establecen, en el sentido de que hay cierres y aperturas selectivos, eso es lo que estamos teniendo en las proyecciones del programa”, que contemplan la información disponible hasta el 28 de julio, según Madrigal.
Además, la incertidumbre generada por la pandemia también afecta las decisiones de inversión y consumo por parte de las empresas.
(Captura de pantalla)
Riesgos
Entre los principales riesgos internos que podría llevar a un desvió de las proyecciones está la posibilidad de dificultades para controlar la tasa de contagio por COVID-19.
“(Esto) obligaría a las autoridades a aplicar medidas de contención más restrictivas, con consecuencias negativas para la actividad económica, las finanzas públicas y el comercio internacional, con riesgo de que pudieran aflorar tensiones sociales“, considera el reporte del Banco Central.
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Por su parte, Madrigal destacó que también dependerá del avance a nivel internacional para contener la pandemia.
“La pregunta anterior, de hasta cuándo va a durar esto y preguntan por meses y demás, la pregunta que se hace o la respuesta que el mundo da, es que no se conoce hasta que se tenga una solución al problema sanitario, hasta que se tenga una vacuna o un tratamiento”, comentó.
“Va a depender de efectivamente que se encuentre la vacuna y luego de que se pueda distribir. se habla de que costa rica no está entre los países prioritarios para la vacunar y lo que he escuchado es que está en tercer lugar más o menos”, agregó.
Christine Jenkins Tanzi
