Sergio Arce
El sexting -acrónimo de dos palabras en inglés “sex” (sexo) y “texting” (envío de mensajes de texto)- constituye un problema de privacidad.
Esto porque cuando imagen sale de un teléfono móvil o de la computadora se pierde control de ella. No se puede saber cuándo, dónde o quién la ha visto.
Por eso, investigadores de ESET -compañía especializada en detección de amenazas en Internet- dan a conocer los riesgos asociados al sexting y las consideraciones a tomar en cuenta.
¡Evite los riesgos!
Existen diversos riesgos asociados a la acción de compartir contenido íntimo con otras personas. Algunos de ellos: desde daños a la reputación de quienes lo practican, chantajes o acoso, hasta afectaciones de mayor gravedad que pueden ser asociadas a delitos, como la tenencia o difusión de imágenes de abuso sexual infantil.
“Todas las consecuencias derivan de un solo suceso: la filtración del contenido privado. Una vez que la información es compartida, se pierde el control sobre las fotografías o videos, que pueden llegar a ser viralizadas.
“En cualquier instancia de sexting existe el riesgo de que esta sea comprometida mediante otros vectores de ataque: hurto del equipo que almacena los datos, spyware, robo de las credenciales de acceso a plataformas de mensajería o almacenamiento de archivos en la nube, o vulnerabilidades en las aplicaciones y servidores”, explicó Denise Giusto Bilic, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.
Por lo anterior ESET brinda las siguientes recomendaciones:
- Edúquese sobre las prácticas seguras, y no participe en la difusión no consensuada de contenido privado.
- Evite compartir material que permita identificar a las personas involucradas. Si usted es de las personas que disfruta compartir imágenes sensibles, entonces procure no compartir material íntimo con su cara o con marcas como lunares, tatuajes o manchas de nacimiento.
- Utilice aplicaciones de mensajería que ofrezcan más opciones de privacidad. En caso de realizar sexting la empresa ESET recomienda utilizar aplicaciones de mensajería que implementen cifrado de extremo a extremo. Esto es que no permitan descargar o reenviar mensajes ni capturar la pantalla.
- Elimine el contenido del chat luego de concluida la práctica. Destruya el contenido compartido mientras realiza sexting inmediatamente después de concluir la práctica. Esto minimiza el riesgo de que las fotos y videos se vean comprometidos.
- Utilice redes seguras. Si se planea enviar contenido sensible, siempre se recomienda usar redes privadas con contraseñas robustas.
- Proteja los dispositivos. Configure correctamente los dispositivos y aplicaciones para evitar perder el control de la información que guarda. Haga un uso correcto de contraseñas de acceso y evite almacenar la menor cantidad posible de contenidos de riesgo.
Cuidado con los menores de edad
Si bien esta práctica del sexting puede afectar a personas en general, los menores de edad son un público bastante vulnerable.
Quizás debido a la inocencia a crecer inmersos en una cultura que premia la constante exposición digital, a no saber medir las consecuencias, al desconocimiento de los riesgos o, simplemente, por exceso de confianza en el uso de la tecnología.
Independientemente de las razones, existen casos de sexting que terminan de forma desagradable.
Pero además pueden asociarse con las víctimas de grooming, es decir, cuando un adulto contacta a un menor por Internet para ganar su confianza y amistad, con el fin último de abusar de él de distintas maneras.
De igual modo, otra consecuencia indeseada del sexting se da con frecuencia es la difusión no consentida de imágenes íntimas a través de redes sociales y en sitios de pornografía.
Por eso ESET recomienda:
- Facilite un ambiente de confianza. Para que el menor sea capaz de pedir ayuda y consejo cuando lo necesite. Por eso es importante mantener la comunicación familiar acerca de estas problemáticas.
- Valore la edad y madurez necesaria. Se debe considerar si el menor es suficientemente responsable como para utilizar de forma autónoma su propio dispositivo, sin ponerse en riesgo, ni caer en prácticas peligrosas.
