Tomás Gómez
Para operar su negocio de alquiler de bicicletas, la empresa Omni tiene una concesión de espacio público por parte de la Municipalidad de San José.
Para obtener y renovar tales permisos es necesario estar al día con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). De lo contrario no se renuevan.
Por ahora, un vacío normativo impide al ayuntamiento sancionar a un concesionario que incumplan sus obligaciones durante el periodo de la concesión.
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Justo en ese escenario se encuentra SSM Conectividad y Movilidad Limitada, la firma con que Omni obtuvo los permisos para instalar mobiliario urbano y puntos para recoger sus bicicletas en áreas públicas de la capital.
Según informó El Observador esta semana, SSM tiene en la CCSS una deuda por morosidad que supera los ¢26 millones. La misma ya escaló a cobro administrativo.
Pese a ello, la empresa podrá seguir utilizando los espacios de la Municipalidad, al menos hasta noviembre.
Las reglas de la concesión
Según explicó Daniel Jaikel, subgerente de Provisión de Servicios de la Municipalidad de San José, será hasta fines de año, cuando Omni tenga que renovar su concesión, que se podrían tomar acciones.
“Ellos tienen que renovar en noviembre, si a noviembre no están al día nos corresponde no hacer la renovación”, dijo.
Jaikel detalló, eso sí, que el reglamento es omiso en cuanto a qué ocurre cuando las deudas se presenten “en el camino”.
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“Nuestra opinión es que todas las empresas tienen que estar al día con sus obligaciones, no podemos permitir que instituciones no estén acorde a la ley”, indicó. Pese a eso, señaló que por estar en un “país de derecho”, se deben respetar las reglas que estén vigentes.
“Estamos en un país de derecho. Alguien se podría atrasar pero con que se ponga al día a la hora de renovar nos corresponde seguir con la concesión”, concluyó.
En una respuesta enviada a este medio, Omni aseguró las deudas con la CCSS “ya están siendo atendidas a nivel operativo y administrativo”.
Dudas por monederos y otros temas
Tras su impulso inicial, Omni ha tenido dos ajustes significativos en los últimos meses.
Primero salió del aire su plataforma de transportes Omni Taxi y esta semana ocurrió lo mismo con el monedero electrónico Omni Moni.
Este último servicio se brindaba en conjunto con la cooperativa Coopenae, quien fungía como proveedor de una cuenta de custodia de fondos. El servicio quedó temporalmente suspendido por la falta de permisos de Omni.
La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) confirmó que sigue un procedimiento contra Coopenae por las operaciones hechas en el marco de dicha relación.
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A ello se suman las deudas de las sociedades ligadas a Omni ante la CCSS.
Además de la morosidad de SSM aparece la de Apptitud ZF Sociedad de Responsabilidad Limitada, que pasa de los ¢70 millones.
Esta sociedad tiene declaratoria de Zona Franca, lo que motivó una revisión por parte de Procomer, pues parte de las reglas para tener esos beneficios es estar al día con la Caja.
