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Soberana 01: la vacuna de Cuba contra la COVID-19 que comienza a probarse en humanos

Alrededor de 700 personas son las primeras que prueban desde el lunes la vacuna que se está desarrollando en Cuba…

Por BBC News | Mundo

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Soberana 01: la vacuna de Cuba contra la COVID-19 que comienza a probarse en humanos
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Alrededor de 700 personas son las primeras que prueban desde el lunes la vacuna que se está desarrollando en Cuba contra el coronavirus.

Autoridades y científicos de la isla -donde el impacto de la COVID-19 ha sido menor que en otros países latinoamericanos- realizaron el anuncio el 18 de agosto y bautizaron al proyecto como Soberana 01.

De cumplirse todas las fases de testeo y si se logra demostrar su seguridad y eficiencia, podría ser la primera vacuna contra el coronavirus desarrollada en América Latina.

Expertos de diferentes institutos de salud y de ciencia de la isla caribeña hicieron la presentación de la vacuna cubana en un encuentro con el presidente Miguel Díaz-Canel hace unos días.

La etapa de prueba en humanos empezó este 24 de agosto y en febrero se sabrá si Cuba acredita tener un producto biofarmacéutico para inmunizar o al menos minimizar los efectos del coronavirus.

Los científicos que desarrollaron Soberana 01 son optimistas, aunque también existen voces fuera de la isla que piden cautela.

Las pruebas

Vicente Vérez Bencomo, director del Instituto Finlay de Vacunas, con sede en La Habana, explicó el 18 de agosto al Jefe de Estado cubano cómo la fórmula será probada en diferentes fases y que estas pueden culminar a mediados de febrero.

Cubanos en control de temperatura

Cuba practica un plan de vigilancia epidemiológica constante para frenar el avance de la pandemia. REUTERS

 

Los primeros en recibir la vacuna tendrán entre 18 y 80 años, y esta fase de prueba en humanos durará hasta finales de octubre.

El reclutamiento de voluntarios comenzó estelunes 24 de agosto con personas sin alteraciones clínicamente significativas y que otorguen por escrito su consentimiento informando de su participación en el estudio, detalla un reporte de Registro Público Cubano de Ensayos Clínicos en su página web.

En la primera fase se administrará la vacuna a 20 personas entre 19 y 59 años. Una semana después la recibirán otras 20 en edades comprendidas entre 60 y 80 años

Desde el 11 de septiembre se ampliará la cantidad de voluntarios hasta llegar a 676 pruebas, según el diario oficial Granma.

Los participantes recibirán dos dosis de la fórmula y el acompañamiento de su evolución en “seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad” estará a cargo del Instituto Finay.

La segunda etapa de los testeos se realizará hasta enero de 2021 y Cuba anunciará los resultados que llegue a producir Soberana 01 hasta el 15 de febrero.

En la mayoría de las vacunas que en la actualidad se prueban en el mundo las dos últimas fases de pruebas se hacen con cientos y a veces miles de personas.

“Ese es el camino que queda por recorrer. Logramos vencer el primer escalón en tres meses. Un escalón que, en términos de coronavirus, es un escalón importante”, dijo Vérez Bencomo en una entrevista con la televisión cubana.

El científico destacó que solo existen 30 candidatos de vacuna aprobados para estudios clínicos y uno de ellos es el cubano.

Cubano con barbijo

La isla anunciará los resultados de su vacuna en febrero. Reuters

Al menos 150 fórmulas de inmunización se desarrollan en diferentes países para contener la pandemia.

Rusia y China han registrado sendas vacunas, aunque ambas son cuestionada por expertos por la rapidez del proceso y la falta de pruebas masivas.

Los desafíos de Cuba

Felipe Lobelo, experto en epidemiología e investigador de la Universidad de Emory (Atlanta), reconoce que Cuba tiene fortalezas y a la vez algunas limitaciones para convertir a Soberana 01 en una alternativa factible.

“Pueden tener la capacidad científica y tecnológica, otra cosa es desarrollar una vacuna que pase todos los filtros de seguridad y de efectividad. Esos filtros requieren capacidad técnica y tecnológica, pero también logística”, señala.

El médico agrega que el aspecto logístico puede ser donde Cuba tenga algunos problemas dado que no es parte de los circuitos públicos y privados entre gobiernos y farmacéuticas alrededor del mundo.

“Hay una gran colaboración mundial y tal vez Cuba tenga menor acceso a esas redes científicas” añade.

Lobelo sostiene que “no confiaría” en una vacuna que no se haya probado primero en miles de personas y con los diferentes estudios de seguridad. Ese es el desafío que tiene Cuba por delante, según él.

Cubanos con mascarillas

Para las autoridades cubanas, contar con una vacuna propia es una cuestión de soberanía. Reuters

Y otro de los grandes desafíos que el entrevistado encuentra es la búsqueda de candidatos para realizar las pruebas dado que la población en la isla es comparativamente menor a la de otros países que trabajan en sus fórmulas de inmunización.

El investigador destaca que es importante que existan diferentes fórmulas de vacuna porque pueden tener niveles distintos de efectividad en grupos de población por edad, condiciones de salud o situación geográfica.

Al respecto, el cubano Vérez Bencomo sostiene que Cuba tiene la experiencia y capacidad para desarrollar la fórmula para inmunizar a la población del coronavirus.

“Ya teníamos los conocimientos, sabíamos que teníamos que agarrar el machetey competir por esa vacuna”, indicó en la televisión cubana el 20 de agosto.

Este candidato vacunal, aseguró el investigador, presenta “bajos riesgos, pocas incertidumbres y alentadores resultados en la fase preclínica” realizada en conejos y ratones.

El científico añadió que “Soberana es el primer (candidato) de Latinoamérica y el primero de un país pobre en recursos económicos, pero grande de espíritu”.

“Es la razón también por la que lo hemos logrado”, concluyó.

Pared con el rostro de Fidel Castro

Cuba bautizó a su vacuna como Soberana 01. Reuters

Soberana 01

En el encuentro con los científicos de la isla, Díaz-Canel recordó una reunión anterior en mayo en la que dio sus argumentos para que Cuba desarrollara su propia fórmula.

“Aunque existan vacunas de otros países, nosotros necesitamos la nuestra para tener soberanía“, afirmó.

Hasta el 23 de agosto, Cuba reportó 3.717 contagios confirmados y 91 fallecidos por COVID-19 desde que el virus llegó a la isla en marzo.

En los últimos días, la isla comenzó a realizar un promedio de alrededor de 4.000 pruebas diarias de coronavirus.

Los pacientes con COVID-19 en ese país son tratados con medicamentos que en su mayoría son desarrollados o producidos por la industria biofarmacéutica cubana.

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