Sergio Arce
La suspensión de la edición 25 del Festival de la Luz -anunciada la mañana de este jueves por parte de la Municipalidad de San José a causa del coronavirus- no solo dejará al país sin una actividad que ya se convirtió en un emblema de las fechas decembrinas.
La no realización de este desfile de carrozas iluminadas, bandas y grupos de porrismo y folclor también dejará sin trabajo a decenas y decenas de personas, según lo expresó este medio Jorge Villalobos, coordinador del Festival, quien lamentó la medida pero aseguró que se adoptó el lunes pasado en el seno de la alcaldía por la “seguridad sanitaria de los costarricenses”.
La cancelación del evento también representará un golpe económico para proveedores de bienes y servicios, que confiaban en estos recursos para fondear obligaciones financieras de su operación como, por ejemplo, aguinaldos.
Entre los afectados directos estará el personal involucrado en el diseño y construcción de las carrozas, vestuaristas, costureras (os), coreógrafos, bailarines y pintores, entre otros, quienes tres meses antes del Festival se dedicaban por completo a este trabajo, ya sea por contrato con la Municipalidad o por las empresas participantes con sus respectivas carrozas.
Otros sectores que sufrirán las consecuencias serán, precisamente, esas mismas empresas o instituciones participantes que suelen pagar por servicios variados como alimentación así como fotos y videos.
Pero ante todo la exposición de marca que tenían en el sitio durante el recorrido de la carroza, en las graderías ubicadas a lo largo del Paseo Colón y la avenida segunda o la que le daban los medios de comunicación, principalmente las televisoras, que recibían jugosos ingresos por concepto de publicidad.
Otro sector afectado será el comercio: supermercados o restaurantes del casco capitalino y hasta los vendedores ambulantes, los cuidacarros y los parqueos.
“Es una decisión muy dura y triste porque el Festival es quizás el evento estrella de la Municipalidad de San José, pero es un asunto de responsabilidad. Hay tristeza además porque el Festival le da trabajo a mucha gente por varios meses”, apuntó Villalobos, quien prefirió no estimar la cantidad de empleos o de ingresos que se dejarán de percibir, aunque reconoció que son “muchísimos”.
Esto porque, además, la propia Municipalidad también dejará de percibir ingresos por concepto de patrocinios.
En cuanto a la realización de los festejos de fin de año en Zapote así como el carnaval y el tope estos quedan sujetos al criterio del Ministerio de Salud. Villalobos confía en que la entidad anuncie su decisión en junio.
