Visión País

“También hay un costo por inacción”, así hablan los testigos del cambio climático

por Tomás Gómez
Observador CR

A Monica Sanders nadie tiene que explicarle las amenazas del cambio climático. Proviene de una familia hondureña que tuvo que migrar por los efectos del Huracán Andrew en los 90´s y en el 2004 tuvieron que evacuar de Luisiana, Estados Unidos, por el impacto del Huracán Katrina.

Por años ella estuvo dedicada al periodismo e incluso con CNN cubrió los atentados a las Torres Gemelas y la Guerra de Afghanistan. No obstante, su carrera la terminó por llevar al campo ambiental, donde intenta ahora generar conciencia sobre la Justicia Ambiental.

Fundó “The Undivide Project”, dedicado a los cambios legales y políticos necesarios para la equidad digital y climática. También trabaja en temas de abordaje de catástrofes y tecnología para el abordaje de poblaciones vulnerables.

“Yo no conozco otro trabajo, para mí es mi experiencia vivida”, cuenta en una entrevista que le concedió a El Observador el martes anterior.

 

 

En Estados Unidos, Costa Rica o África

Aunque el tema ambiental cobró relevancia en los últimos años, Sanders explica que en realidad no es una lucha nueva.

Para explicar sus orígenes, dice, hay que remontarse a los 60´s. Al mismo tiempo en que Estados Unidos desarrollaba un movimiento en pro de los Derechos Civiles, varias comunidades iniciaban una lucha por la amenaza que les representaba la instalación de industrias contaminantes.

Los reclamos de esos pueblos ubicados en Texas y Carolina del Sur comenzaban a poner una semilla que sirvió de inspiración para otros, en todos los extremos del mundo.

Su diagnóstico advierte que “ya sea en Estados Unidos, Costa Rica o África”, el patrón de la amenaza suele parecerse mucho.

“Son comunidades aisladas por causas sociales, por una actitud que tiene un mensaje de racismo, de una actitud negativa contra los inmigrantes. No estamos pensando con intención cómo se pueden generar soluciones a la pobreza”, detalla.

La amenaza, sin embargo, es también una invitación a luchar por la preservación pues según ella los riesgos rondan a todas las personas:

 

Preocupación ambiental de los jóvenes

Si hay un momento donde Sanders cambia el tono durante la entrevista y deja ver sus expectativas en un cambio es al referirse a los jóvenes.

Ella es también docente en la Universidad de Georgetown y es en sus estudiantes de donde saca inspiración.

“Son un recurso poderoso”, define. Por ello, dice que hay que darles una oportunidad, escucharlos y reconocer cómo tienen a mano toda la información científica para tomar acciones.

A la vez, saca su veta de comunicadora para detallar cómo hay que adaptar los mensajes para que cada población lo reciba correctamente, porque es quién sufrirá los problemas.

“La política es muy abstracta porque tiene el vocabulario académico, pero en realidad los efectos son muy locales”, afirma. 

 

 

Pensar de manera holística

Después de las lecciones que han dejado los desastres naturales, Sanders señala que debería venir un cambio de actitud.

“Tenemos que aprender y cambiar el pensamiento”, asevera.

Por un lado, en la parte preventiva, manifiesta que hay sectores quedándose fuera de las salas de discusión y negociación. Incluye ahí a pequeños países y grupos clave con conocimientos esenciales, como los indígenas.

“Ellos estuvieron por siglos antes que nosotros viviendo junto al invierno, la biodiversidad es parte de la cultura, con todos los ecosistemas. Ellos tuvieron metodologías para hacer eso y es importante que en este momento, que aprendamos de ellos”, explicó.

A la vez, recalca que los pequeños esfuerzos hechos desde las casas también impactan y ayudan, pues aunque toda transformación tiene un costo, no hacerlo también acarreará consecuencias graves.

Para ello, propone una fórmula basada en la actitud.

“Las actitudes se convierten en política, la política cambia el derecho y los derechos y las leyes cambian la experiencia de comunidades”, resume.

Con un primer cambio en la visión y la forma de abordar la situación, asegura, podrá impulsarse la transformación.

“Tenemos que cambiar la actitud y todo lo demás seguirá”, concluyó.