Tomás Gómez
Con la llegada de la pandemia empresas privadas e instituciones públicas apostaron por el teletrabajo, como una manera de mantener operaciones y asegurar el distanciamiento entre los empleados.
Según una revisión de la Contraloría General de la República publicada esta mañana, la necesidad inmediata de tomar decisiones en este campo evidenció un contexto de brechas entre las entidades estatales.
“De acuerdo con el análisis realizado por a partir de información suministrada por las administraciones sobre el estado de elementos de transformación digital en el sector público, aproximadamente el 39% de las entidades consultadas no cuentan con un plan estratégico de tecnologías de información alineado a la planificación institucional. Esto denota un rezago importante en cuanto a la estrategia como uno de los elementos básicos de dicha transformación”, señaló el ente contralor.
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Entre los hallazgos destacan:
- preparación: 39% de las instituciones no cuenta con plan estratégico de Tecnologías de la Información
- recurso humano: 50% de los entes carecen de plan de capacitación para uso de herramientas tecnológicas
- organización: 20% de las instancias carecen de departamento formal de tecnología
- procedimientos: 66% de instituciones manejan manuales de procedimientos
Oportunidades en “veremos”
De acuerdo con la Contraloría el contexto del coronavirus elevó del 43% al 94% el número de instituciones que han implementado la modalidad virtual de trabajo, lo que se ha hecho además con pocos requerimientos presupuestarios.
Pese al incremento de labores a distancia, solo en el primer cuatrimestre del 2020 se ejecutó 20% menos en capital y servicios tecnológicos que el mismo periodo del año anterior.
La CGR destaca que quedó demostrado que es posible dar el salto a la transformación. Pero el éxito dependerá de los ajustes a nivel de recursos humanos e institucionalización de los procesos.
“Para alcanzar una efectiva transformación digital a nivel institucional, será crucial que dicha transformación esté alineada a una estrategia clara, que incorpore los elementos asociados a la personas y su cultura organizacional, los procesos y se alinee a las funciones y continuidad del servicio que presta, las operaciones, su resiliencia técnica”, indicó la institución.
“Tomando en consideración que las acciones que se deriven hacia una transformación digital tiene impactos a corto, mediano y largo plazo y el no incorporar alguno de sus componentes básicos, puede significar reprocesos y costos mayores a los beneficios”, advirtió.
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