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Templo de San Pablo Apóstol de 1863 reabre sus puertas en Heredia

El antiguo templo de San Pablo Apóstol en Heredia -actualmente templo de La Asunción, por estar a cargo de las…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Templo de San Pablo Apóstol de 1863 reabre sus puertas en Heredia
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El antiguo templo de San Pablo Apóstol en Heredia -actualmente templo de La Asunción, por estar a cargo de las Hermanas Misioneras de esa orden religiosa-, reabrió sus puertas este mes de junio.

Esto luego de permanecer cerrado tras una serie de daños ocasionados en el terremoto de Sámara de 2012.

El templo de adobe se asienta desde 1863 en esa comunidad herediana, que nació a la luz de agricultores que buscaron ampliar la frontera agrícola del Valle Central a finales del siglo XVIII.

Sin embargo, el fuerte sismo agrietó las columnas internas, principal sostén de la cubierta del templo.

A raíz de esto, la tarea más urgente fue realizar un reforzamiento estructural a estas columnas, así como incluir vigas -ya que el techo carecía de estas-, que contribuyeran a soportar la carga, sin tocar sus viejas paredes de adobes.

Además, se logró cambiar la instalación eléctrica y dotar al inmueble de alarmas contra incendio.

Bingos, rifas y ventas 

La tarea que emprendió la Comisión Pro-restauración y las religiosas no fue fácil.

La comunidad y las monjas realizaron bingos, ventas de “cachivaches”, pan casero y tamales hechos.

Pero cayeron en cuenta que este era un lento camino para reunir los ¢102 millones que costaron las obras.

La rifa de un automóvil y donaciones mayores dieron el último empujón para reunir el dinero necesario.

“Cuando abrimos de nuevo la gente estaba feliz, se abrazaban a las columnas y otros sonaban las campanas. Aquí, si abrimos la puerta, se nos llena. El pableño ama esta iglesia, gracias a Dios, por eso hemos logrado hacer alguito (las obras).

“La mayoría ha celebrado aquí un 15 años, un matrimonio, un bautizo y, en nuestro caso, las consagraciones”, apuntó Liribet Torres, religiosa de las Hermanas Misioneras de La Asunción.

“Cuando la comunidad se organiza y toma un papel protagónico, invirtiendo y dando seguimiento a las obras, los resultados por lo general son muy buenos. Y es señal de que se va a dar un buen mantenimiento a futuro, porque hay una comunidad que aprecia y respalda su patrimonio”, destacó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.

Una estructura llena de historia

La pequeña iglesia es muy especial. Según la religiosa, el pintor extranjero J. M. Monfort, contratado para trabajar en el Teatro Nacional de Costa Rica, y que se quedó viviendo en San Pablo, realizó las decoraciones del cielorraso. Estas obras concluyeron en 1920.

La estructura posee la pila bautismal original de piedra, la cual está ubicada a la entrada, según era la usanza del siglo XIX.

Además, los Caballeros del Santo Sepulcro están muy felices por poder recuperar hace algunos días la imagen del Cristo Yacente, que ya descansa a la entrada, en el lado contrario de la pila bautismal.

Las campanas también son originales: una data de 1861 y la más pequeña de 1888.

Otro dato interesante que corrobora la antigüedad y originalidad del templo es que su altar cuenta con una piedra ara incrustada.

Esta piedra, que anteriormente era ubicada en el altar de los templos y sobre la que se posaba el cáliz en la eucaristía, está hecha con reliquias de santos mártires, en este caso Celestino y Agapito.

Patrimonio Histórico-Arquitectónico

El antiguo templo de San Pablo Apóstol fue declarado Patrimonio Histórico-Arquitectónico en febrero de 2002 mediante el decreto ejecutivo Nº 30118-C.

Parte de las razones de su declaratoria es que se consideró que “constituye un valioso documento arquitectónico como testimonio de la utilización de la técnica constructiva del adobe, hoy día en desuso”.

Además “su espacio interno posee una rica ornamentación plástica, compuesta por pinturas en cielorrasos, arquerías, tratamiento de columnas, nichos y pisos que expresan los ideales plásticos compositivos de la época en que la iglesia fue remodelada en 1919”, destaca el decreto.

El templo abre todas las mañanas de 8:30 a. m. a 11 a. m. y cada viernes hay misa a las 5 p.m. Como el aforo a la Eucaristía es limitado a 30 personas, las interesadas deben inscribirse previamente llamando al número: 2237-0737.

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