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Francisco Soto para El Observador
Muchos expertos coinciden en que 2021 es un año de cambios. A pesar de las dificultades laborales que ha generado la pandemia, también ha generado que mucha gente se plantee un cambio de rumbo y comience por su propio trabajo.
Las dificultades de conciliar, la falta de flexibilidad, problemas de comunicación y bajo reconocimiento de las competencias laborales son algunos de los principales motivos por el cual muchas organizaciones pierden talento.
Servicios emocionales
Es necesario la creación de una serie de servicios emocionales que faciliten la vida al personal en la organización.
Esto quiere decir que el personal valora más el sentimiento de pertenencia a la misma gracias a que se siente bien cuidado y que son un engranaje de la organización.
Más de un tercio de las personas que se cambian de organizaciones no lo hacen para mejorar su percepción salarial. Lo hacen para tener un mejor ambiente laboral.
Si no existe una alineación correcta de las necesidades personales y sus competencias laborales con los objetivos de la organización es difícil una estabilidad en la cultura organizacional.
La implicación de la organización con un salario emocional es importante, pero no es solo quedarse en retribuciones no económicas que permiten para incentivar el buen ambiente laboral y satisfacer las necesidades personales, familiares.
Si no también es el reconocimiento de sus habilidades y competencias laborales que facilitan a la organización ser más efectiva.
Flexibilidad
La flexibilidad de horarios, el trabajo remoto y la certeza de poder trabajar en un sistema híbrido son los factores más apreciados por las personas ahora, ven cómo su equilibrio personal y profesional es posible.
Las personas han aprendido más rápido y han mejorado las competencias laborales, como ejemplo son más eficientes en trabajo de equipo para finalizar tareas y obtener más tiempo personal.
Formación y mejora de las competencias laborales
Otro factor que retiene el talento es la formación y mejora de las competencias laborales.
Pocas cosas fidelizan más que la sensación de estar incorporando continuamente conocimientos y mejorar las competencias laborales.
Las personas necesitan seguir aprendiendo de forma permanente para ampliar los conocimientos y mejorar las competencias tanto personales como profesionales.
Esta evolución y desarrollo nos aporta felicidad, nos hace más productivos y nos ayuda a proyectar nuestro horizonte laboral. De esta forma, se consigue fidelizar, cuidar y apostar por el talento. A la misma vez se generan vínculos basados en el compromiso.
Lo anterior toma aún más fuerza cuando existe el reconocimiento y la posibilidad de crecimiento dentro de la propia empresa. El personal valora saber que su trabajo, esfuerzo, dedicación e implicación de sus competencias laborales son reconocidas.
Es importante fomentar el trabajo en equipo y el desarrollo de una cultura organizacional creativa, abierta a nuevas ideas, con estructura flexible y líquida.
Pero además que apoye el liderazgo horizontal, que comunique de forma abierta y transparente y cree un entorno en el que nuestro talento pueda sacar todo el potencial de las competencias laborales, ingrediente principal en la tarea de fidelizar nuestro propio talento.
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