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The Adam Project: buena mezcla de ciencia ficción, acción y comedia

por Blog
Observador CR

@Popcorn506 para El Observador

Desde los albores del cine, y estamos hablando de muchos años atrás, el género de la ciencia ficción ha sido uno de los preferidos por los cineastas y, también, por el público aficionado a ver películas.

A diferencia del western o de los musicales, que han pasado por épocas más gloriosas y por tiempos de práctica desaparición, la ciencia ficción, con unos y otros matices, ha estado siempre presente. Y nos referimos a historias en las que los aspectos científicos y técnicos que todavía no se han logrado plasmar en la vida real tienen una parte consistente o fundamental en la trama, y no a pequeños detalles.

Y ahora que la parte visual es mucho más fácil de lograr, es lógico que las películas de ciencia ficción, sin querer decir con esto que sean mejores, sean mucho más frecuentes. Por eso, es uno de los géneros que más prolifera en Netflix, porque facilita muchos las cosas a los que buscamos un cine de consumo rápido y de entretenimiento puro. Que, si nos dan una historia original y una película bien plasmada, mucho mejor, claro. Pero lo principal es pasarlo bien durante dos horas. ¡O menos!

Esto es, precisamente, lo que pasa con The Adam Project. Si es que no hace falta mucho más para convencernos de que tenemos que verla. Es una historia con viajes en el tiempo, con un director, Shawn Levy, muy experimentado en este tipo de películas y con un reparto del que a todos nos suenan, como poco, cuatro caras. Y estas cartas son como una garantía de que la jugada va a tener, al menos, dosis buenas de interés.

Shawn Levy se pone a los mandos de una película que cuenta cómo un viajero en el tiempo (Ryan Reynolds), se traslada desde 2050 hasta el pasado, con el objetivo de salvar a su mujer (Zoe Saldana). Lo que pasa es que, durante su viaje, tiene un “problemilla” y hace que termine en su casa en nuestros días. Es decir, junto a su misma persona de crío (Walker Scobell). Una personita muy diferente, casi opuesta, con la que tendrá que colaborar para enfrentarse a sus problemas de adulto y, a la vez, lidiar con otros problemas de su niñez.

Este reparto se completa con la presencia muy importante de gente como Jennifer Garner, Mark Ruffalo y Catherine Keener, a los que, realmente, no se les puede pedir más. Porque, honestamente, son intérpretes con una gran capacidad y un enorme talento, y aquí aportan lo necesario para elevar el nivel de la película hasta un punto por encima de la media de sus semejantes en la plataforma.

Porque, si decíamos que este género está proliferando mucho en Netflix, y lo agradecemos, también somos conscientes de que no son las mejores películas de ciencia ficción de la historia. Pero The Adam Project está un pelín por encima. Tal vez pierda algo de seriedad al contener muchas notas de humor y de distensión, por el hecho probable de querer dirigirse a una audiencia mucho más amplia y familiar. Pero es una dosis de comedia muy asumible y que equilibra bien con las partes más emotivas y, sobre todo, con el contenido de acción, que no es poco.

Al contrario, para los que quieran disfrutar de esas escenas tan típicas de tensión, vibrantes y con un componente visual bastante efectista, aquí hay juego.

Sorprende de algún modo que no haya tenido más repercusión, al menos en lo que de momento nos encontramos. Pero estamos seguros de que cualquiera que nos lea y se decida a verla tras nuestras palabras podrá encontrar, como mínimo, un pasaporte a un tipo de aventuras que muchas veces hemos soñado, sobre todo los que somos amantes de la ciencia ficción y, concretamente, de los viajes en el tiempo. Y sí, no es una historia del todo original, porque eso de encontrarnos con nuestros padres de jóvenes y de arreglar cosas con los matones del pasado ya lo hemos visto en uno de los mejores clásicos de estos géneros. Pero qué más da. Sigue funcionando.