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The Serpent

@Popcorn506 para El Observador The Serpent es la más reciente sorpresa británica en lo que se refiere a ficción televisiva….

Por Blog

Tiempo de Lectura: 3 minutos
The Serpent
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@Popcorn506 para El Observador

The Serpent es la más reciente sorpresa británica en lo que se refiere a ficción televisiva. Esta impactante serie está demostrándose como una de las más exitosas y emocionantes de las últimas semanas en Netflix. Cada vez atrae a más espectadores y mejores opiniones.

Nosotros hemos entrado en ambos círculos con la intención de descubrir y compartir qué nos está pareciendo y por qué creemos que está teniendo tanto éxito.

La historia que cuenta The Serpent nos lleva al continente asiático de la década de los 70. Allí, entre Tailandia, India y Nepal, Charles Sobhraj y su novia Marie-Andrée Leclerc realizan una serie de viajes en los que él se hace pasar por tratante de piedras preciosas.

Pero, en realidad, a lo que se dedicaba Charles, junto a su cómplice Ajai, es al secuestro y asesinato de jóvenes hippies que pululaban por aquellas regiones.

Los problemas para estos indeseables llegan cuando un funcionario holandés de segunda categoría decide investigar, por su propia cuenta, la desaparición de unos ciudadanos de los Países Bajos. Descubre que han sido secuestrados y quemados vivos.

Esto, casi sin querer desencadena una ola de investigaciones por parte de la policía y las embajadas de distintos países. Esto conlleva la búsqueda intensa de Charles por parte de la Interpol.

Uno de los aspectos que más llaman la atención de The Serpent, desde el primer momento, es la perfecta caracterización y ambientación que han logrado desde la producción.

No solo las localizaciones, los distintos escenarios interiores y exteriores, artículos, objetos, vestuario y caracterización de los personajes. Es que hasta la fotografía nos traslada a unos colores, tonos y sensaciones puramente setenteros.

Solo nos falta el olor a especias y a tabacos para completar el viaje en el tiempo y el espacio hacia una época y un continente que todavía hoy despiertan el interés de tantos viajeros.

Por supuesto, los amantes de los thrillers, de las historias de asesinos en serie y, como regalo extra, de las historias basadas en hechos reales (algo que ayuda a que se nos pongan los pelos de punta), estarán encantados con esta serie.

Una trama de ratón asesino que se va escurriendo de un gato que parece torpe pero que es tenaz. Se nos va narrando con precisos insertos de flashback, en los que se va añadiendo precisa información sobre el pasado de los protagonistas.

Ninguno de los actores implicados en esta serie es una gran estrella, pero la calidad de las interpretaciones es sublime.

El encargado de encarnar a Charles Sobhraj es el actor francés Tahar Rahim. Realmente se come la pantalla con una interpretación magistral, soberbia, súper creíble.

Sin hacer alardes de muecas ni gestos faciales, solo con su mirada fría y poderosa, es capaz de hacernos sentir ante un auténtico psicópata; algo a lo que suma una expresividad corporal apabullante.

Es, probablemente, la mejor carta de la serie a la hora de enganchar al espectador. Aunque también otros actores como la francesa Mathilde Warnier o las británicas Jenna Coleman y Ellie Bamber están a una altura extraordinaria.

En definitiva, una serie perfecta para verla de un tirón durante el fin de semana. O, si se tiene paciencia y resistencia, en píldoras más pequeñas repartidas a lo largo de más tiempo.

Eso sí, con la certeza de que, una vez que se empieza, la curiosidad por ver cómo termina no deja a nadie tranquilo.

Ahora solo nos queda por saber si se renovará para una segunda temporada. Es algo que parece muy poco probable, porque la historia no tiene más para dónde ir; pero si depende de nosotros, ¡firmamos ya!