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The White Lotus, una serie refrescante

@Popcorn506 para El Observador The White Lotus es una serie que llegó en julio (verano en Estados Unidos y Europa),…

Por Blog

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The White Lotus, una serie refrescante
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@Popcorn506 para El Observador

The White Lotus es una serie que llegó en julio (verano en Estados Unidos y Europa), nos refrescó y, por su calidad –además de por su desafortunadamente corta duración–, se nos va a quedar grabada en la retina por un tiempo.

Como suele suceder con muchas de las producciones de HBO, la calidad la damos por asumida y el resto lo recibimos por repercusiones. Lo que repercuta en los medios de comunicación, lo que repercuta en las redes sociales y, finalmente, lo que repercuta en nuestros compañeros de trabajo, amigos, familiares o vecinos. Eso de momento, porque todavía no nos hemos detenido en la cola del banco o de la oficina de correos para recomendar ficciones a los que nos acompañan.

Pero aquí, como suele suceder en los mejores sitios donde se recomiendan películas y series de televisión, estamos atentos a todo. Sí, también a esas producciones de HBO que, con una calidad asumida, podríamos pensar que merece más repercusión en los medios de comunicación, en las redes sociales y, por qué no, cuando hablamos con nuestros peluqueros sobre qué cosas hemos visto y nos hacen más interesantes que el resto de los clientes que necesitan un retoque en su look capilar.

Todo esto está muy bien, pero ¿qué es The White Lotus? Para empezar, es una serie muy veraniega, que al comenzar nos hace sentir envidia de sus personajes o, más que eso, una sensación irreprimible de estar en ese lugar, en ese paraíso y, sobre todo, en esas primeras condiciones.

Pero, concretamente, The White Lotus es un compendio de personajes y situaciones que, desde el primer momento, nos anticipa que estamos ante algo muy interesante. No solo porque hay una original presentación de algunos personajes, sino porque también hay una especie de preludio en el que se anuncia algo que resulta esencial pero que no es exclusivo de esta condición.

Sí, es difícil vender una serie con tan pocos detalles, porque todo puede sonar a cosas que ya se han hecho y que están muy vistas. Pero, tengamos fe, queridos lectores, porque The White Lotus siempre tiene un as guardado en la manga.

Lo mejor de las series buenas es que no se quedan en la superficie. The White Lotus tiene una capa superior muy interesante, y esto, no lo vamos a negar, ayuda a la adicción, desde que se catan las primeras escenas. Resistan, si pueden, esa conversación de la sala de embarque del aeropuerto.

Pero la sustancia aquí se saborea con un poquito de pensamiento, que será inevitable tras los sucesivos visionados, porque la crítica social, o incluso individual, se va a quedar latiendo.

Gracias a esto, podemos decir que The White Lotus es una serie que destaca para los que la ven, porque no es la serie estándar que entretiene ni la serie pretenciosa que abruma o distrae. Aquí, y más si se ve o se comenta en compañía, irán surgiendo temas, conversaciones, situaciones y anécdotas que permiten una reflexión ulterior y pueden llegar a sacudir más de un complejo.

Y, ¿qué pasa cuando se termina The White Lotus? Pues que se busca otra serie similar y, si cuesta encontrarla, se reza, se ponen velas o se escriben mails a los productores de HBO, principalmente, para que sigan contratando a los mismos guionistas que se esfuerzan en hacer cosas diferentes sin caer en la pretenciosidad ni en la soberbia. Que, para eso, además de talento, hace falta mucha suerte humildad.