Avenida O

Thor: Love and Thunder

por Blog
Observador CR

@Popcorn506 para El Observador

No merecemos descanso. No, al menos, mientras Taika Waititi siga teniendo ganas de enredar. Y esto es algo que tenemos que agradecer.

Nada mejor que una sala de cine en la que los pelos se ponen de punta, no por el frío de la climatización sino por la emoción de la pantalla gigante con las imágenes de una película de Marvel. Porque en esto no fallan nunca.

Thor: Love and Thunder nos cuenta una nueva historia del dios del trueno, en la que se tiene que enfrentar a Gorr, el llamado carnicero de los dioses y recibe la ayuda para ello de Korg, del Rey Valkiria y de Jane Foster.

Es una nueva historia, pero, para que nadie se lleve a engaño, no es muy exigente si uno solo pretende entretenerse y disfrutar del espectáculo.

Es cierto que somos muchos los que sentimos que para conocer todos los detalles de la trama hay que tener un nivel muy alto de atención y mucho background.

De todas maneras, todo tipo de espectadores puede acercarse aquí y disfrutar sin anteriores encuentros con Thor.

Obviamente, la maquinaria de entretenimiento está muy engrasada aquí. Son muchas las películas y los profesionales que llevan haciendo como para cometer errores graves que fastidien la experiencia.

Estas películas siempre funcionan a su manera y lo hacen apoyadas en sólidas razones.

Aquí van desde el nivel de producción, el tono combinado entre humor y acción y un reparto estelar entre principales y secundarios.

Aquí están las claves del nivel en el que se estanca esta película y de cuáles son los puntos débiles a nuestro modo de entender.

Y es que, después de tantos años de trabajo construyendo un universo y una sólida trama de historias y personajes entrelazados, llega un momento en el que el exceso de alguno de los ingredientes que dieron con una buena fórmula hace que el regusto que deja el plato después de consumirlo no sea tan delicado.

¿Fallos?

Con Waititi al mando nunca se sabe lo que puede suceder. Pero en este tipo de producciones en las que parece tener tantas distracciones es donde no consigue sacar lo mejor de sí mismo.

O por lo menos no nos da lo que sí nos ha dado en productos recientes, como Jojo Rabitt o What We Do in The Shadows.

Se le ha ido de las manos el humor y eso rebaja el foco de la película unas cuantas franjas. No sorprende, así que no teman ustedes, porque es algo que, aproximadamente, ya han visto en otras películas del gremio. Pero sí que puede decepcionar por ver, de nuevo, que, con un poco de tacto en esta materia, se podría haber ofrecido un producto más sobrio y sólido en general.

Claro está que, si uno va sin exigencias mayores, aunque la entrada del cine sea costosa, se conforma con ver en pantalla a Chris Hemsworth, Natalie Portman, Christian Bale y Tessa Thompson, todos ellos en plena forma y sobrados para el papel que aquí se les exige.

El sabor de boca es, en definitiva, agridulce. Porque las sensaciones pueden cambiar mucho según las expectativas con las que cada uno vaya al cine. Y en esto queremos ser claros. No es una película que desentone ni mucho menos con la mayoría de los títulos de Marvel y con las de Thor en concreto. El mayor problema, si acaso, lo tiene con que llega a nuestras pantallas después de que muchas otras hayan tomado el mismo camino y esto da señales de agotamiento o, lo que es peor, de que no tienen pensado esforzarse en hacer algo diferente.

Así que, crucemos los dedos y esperemos que la varita con la que Avengers nos deslumbró pueda retornar a dirigir, en forma de batuta, nuevas aventuras tan vibrantes como aquellas y menos obras conformistas como estas.