Juan Pablo Arias
El tipo de cambio del dólar inició el mes de julio alcanzando un nuevo mínimo del año en el mercado de Monedas Extranjeras (Monex), donde se cotizan operaciones mayoristas.
Al cierre de la jornada de cotización del lunes, el precio de la divisa alcanzó los ¢579,69, un nivel que no se registraba desde setiembre. En esta cifra, la divisa marca una caída de de ¢34,65 respecto al máximo del año, el cual se alcanzó el 4 de febrero anterior.
En relación con el inicio de año, la apreciación acumulada del colón respecto al dólar es de un 5%.
Estas disminuciones en el tipo de cambio no se han acompañado por variaciones abruptas, pero tampoco por intentos de la Autoridad Monetaria por frenarlo. Prueba de ello es que desde abril pasado el Banco Central no ha recurrido a operaciones de estabilización para reducir presiones excesivas sobre el tipo de cambio.
Para Hernán Varela, gerente de Administración de Portafolios del banco Lafise, la marcada tendencia a la baja a lo largo del año, responde a varios factores, entre ellos: la aprobación de la reforma fiscal y la baja en las tasas de interés internacionales, así como menores necesidades de dólares por parte del sector público.
“El ajuste puede estar siendo reforzado por factores estacionales como el turismo y algún tipo de toma de ganancias previas a la entrada en vigencia de impuestos, como el de ganancias de capital”, indicó Varela.
En opinión del economista, los factores de fondo que propician esta caída en el precio del dólar se mantendrán y la entrada del dinero proveniente de los eurobonos -esperada para la segunda parte del año- podría exacerbar el movimiento, al menos en el mediano plazo.
Bueno para unos, malo para otros
Costa Rica es un país con una alta dolarización de su economía. Muchos de los precios están expresados en moneda extranjera; tal es el caso de viviendas, automóviles, tarifas de servicios, alquileres y mensualidades, entre otros.
La disminución en el tipo de cambio se traduce en un respiro para quienes afrontan los costos y deudas en dólares, pero reciben sus ingresos en moneda nacional.
Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), con corte a mayo pasado, en el país hay 2,5 millones de operaciones de crédito denominadas en moneda extranjera, en manos de personas (físicas y jurídicas) cuyos ingresos están en colones.
Esto significa que con la caída del tipo de cambio, también disminuye la proporción de los ingresos en colones que deben destinar a los desembolsos en moneda extranjera.
En el otro extremo están los exportadores y el sector turismo, que ven afectadas sus finanzas frente a caídas permanentes en el tipo de cambio.
Dado que sus ingresos son en dólares, pero sus gastos internos en colones, una caída continua en el tipo de cambio se convierte en un encarecimiento de sus costos y una pérdida de competitividad.
