Josué Alvarado
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, descarta que la reducción en el tipo de cambio del dólar esté influyendo de alguna forma en una menor recaudación de impuestos. Es más, considera que para este 2024 el precio de la divisa ya se estabilizó.
Su criterio es contrario al de gremios como el agrícola y el de servicios que consideran que el tipo de cambio está golpeando sus sectores, tanto así que influye en la baja que reportan en la producción y, por ende, en los impuestos sobre las utilidades.
“Una ganancia o una pérdida de capital no es un tema que tenga impuesto”, rebatió Acosta en una entrevista con este medio.
El jerarca agregó que el tipo de cambio “vino bajando , ya está en un nivel estable y las volatilidades van a tener un impacto hacia futuro pero ya no con la profundidad que lo tuvo el año anterior”.
Su pronóstico es que la fuerte apreciación registrada en el 2022 y 2023 no se dará en el 2024 y 2025. La divisa podría mantener valores cercanos a los actuales, que a su vez son similares a los que se reportaban en el 2014.
Acosta había reconocido desde inicios del 2023 que las finanzas del Gobierno se beneficiaban con un tipo de cambio cercano a los ¢500. Si subía mucho se ponía en riesgo la capacidad para pagar los intereses de los créditos en dólares.
Hasta mayo anterior el 38,3% de la deuda del país estaba en moneda extranjera y, por lo tanto, expuesta al riesgo cambiario.
Por el contrario, el sector productivo de Costa Rica considera que tener el mismo tipo de cambio del 2014, pero con los costos aumentados a niveles del 2024, va en contra de su estabilidad financiera. Calculan un valor de la divisa adecuado en ¢620 por dólar.
Producción agro con señales negativas desde enero
Para el presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), Óscar Arias Moreir, la apreciación del colón y su efecto acumulado en los últimos 20 meses ha provocado una caída en las exportaciones de café y banano que finalmente se reflejan en todo el sector.
Señala que dicha caída fue contrarrestada por un efecto estacional de la piña que más bien mostraba cifras positivas, pero para abril y mayo esta actividad también ha decayó.
El mismo fenómeno se observa en plantas ornamentales, carne vacuna y otros.
El Índice mensual de actividad agropecuaria (Imagro) del Banco Central de Costa Rica (BCCR), señala que la producción del sector agro nacional se desacelera desde enero del 2024. Es decir, desde entonces cada mes crece pero a un ritmo menor si se compara con cada mes del año anterior.
Sin embargo, para abril y mayo del 2024 la situación desmejoró. La producción para estos dos meses fue menor que la de los mismos meses del 2023.
En abril del 2024 la variación interanual del Imagro llegó a -0,2% y para mayo se colocó en -2,4%.
Sector servicios dice que dólar puede estar impactando en su producción
El director de la Cámara de Servicios Corporativos de Alta Tecnología (CamSCAT), Jorge Navarro, coincide con el vocero del sector agro, en cuanto a que el comportamiento del dólar podría estar influyendo en el índice de producción de su sector.
Según su lectura, la producción en la industria de implementos médicos y dentales en zonas francas (-14,% variación del IMAE), así como servicios profesionales (-6,3%) podría estar siendo influenciada por el dólar.
"Puede que el efecto de la variación del tipo de cambio esté colaborando con esta baja en el índice y además, es probable que Costa Rica esté perdiendo competitividad con respecto a otros países de la región en temas de atracción extranjera debido al encarecimiento de dichos sectores productivos", comentó Navarro.
Deuda con el BID
Según el ministro de Hacienda, el cálculo del Banco Central es un tipo de cambio promedio de ¢517 al menos para el año en curso.
Por eso, se negoció con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un pago fijo de ¢519 para los pagos en dólares, de forma tal que evita los riesgos de inestabilidad que han caracterizado al mercado cambiario.
Ya El Observador había publicado Hacienda estaba haciendo forwards (contratos entre dos partes) para fijar el tipo de cambio.
"El mercado va a tener que desarrollar una serie de mecanismos para poder gestionar ese riesgo cambiario", señaló Acosta en aquel momento. La negociación finalmente se cerró en ¢519.
El jerarca definió esta táctica como "innovadora".
"Nos permite tener el valor del tipo de cambio sobre el cual vamos a pagar en colones deudas que tenemos en dólares", añadió.
El vocero de CamSCAT coincide en que las empresas del sector servicios deben crear estrategias enfocadas en una mejor planeación en acciones proactivas que ayuden a mitigar los cambios en el valor del dólar.
