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Maximiliano Soto para El Observador
Como consumidores hemos visto muchos intentos de sustituir el corcho natural por parte de los bodegueros.
Somos muy reacios al cambio y el corcho es algo que nos duele que no esté más. Nos roba el romanticismo perderlo.
Esa historia de ver todo orgánico en el vino y al haber algo sintético ya nos baja el entusiasmo.
El verdadero trasfondo de esta sustitución nos debe alegrar. Lo que se intenta es reducir y mejor aún ELIMINAR la pérdida de botellas gracias al defecto del TCA, TBA y otras 100 moléculas más que se generan por los corchos infectados.
Vamos por partes
Imagínense (si es que no les ha ocurrido aún) abrir esa botella tan esperada por años del “bucket list” de los 100 vinos a degustar antes de morir y que al abrirlo esté “corchado”. Una gran pérdida económica adicional a la gran decepción.
Pues de eso se trata toda esta innovación. Debemos de instruirnos y dejar la resistencia de lado para comprender los objetivos y darle espacio a las prioridades (obtener vinos sanos) más que la percepción de nuestro romanticismo fundado en historias de antaño.
Nadie es ajeno a haber escuchado el vino de “tapa rosca” es malísimo. Esto claramente es un mito y realmente estos tapones han traído muchos beneficios a nuestra bebida favorita. Claro que los diferentes tapones de cierre para las botellas tienen ventajas y desventajas. Es bueno conocerlos y hablaremos sobre los principales.
Corcho natural
Es el que siempre hemos visto en las botellas y ha acompañado a la cultural del vino por siglos. Tiene la ventaja de permitir una micro-oxigenación maravillosa para la evolución del vino y preservar los bosques de alcornoque. La gran desventaja es la transmisión del TCA (defecto del Corcho) al vino.
Corchos esterilizados
Es la nueva oleada de corchos que se observa en el mercado. La marca líder es DIAM que son básicamente un molido que posteriormente se limpia con dióxido de carbono sin involucrar productos químicos.
Estos corchos tienen la ventaja de poseer características mecánicas y niveles de permeabilidad distintos para que los enólogos escojan el mejor acorde a sus vinos. Los números son los años que el tapón garantiza que el tapón no va a tener problemas. Es decir DIAM 1 garantiza 1 año. DIAM 5 garantiza 5 años y así.
https://www.diam-corchos.com
Corcho sintético
Son tapones elaborados a partir de materiales plásticos (derivados del petróleo) y en ocasiones por silicones. Lo bueno es que eliminan la posibilidad de los defectos del corcho al vino. Lo malo, no es un sello tan eficaz a largo plazo (se recomienda su uso para vinos jóvenes) y también puede aportarle olores y sabores químicos al vino. Este sello es muy poco ecológico y tiene una huella alta de carbono.
Tapa Rosca
Son de aluminio y tienen la ventaja de la practicidad y economía. Estos cierres preservan muy bien los aromas frutales del vino. Además son considerados los mejores para los vinos blancos, rosados y los tintos jóvenes que son elaborados con el objetivo de ser bebidos en el corto plazo.
https://www.blogyourwine.com/leasingham-cork-closures-experiment/
En esta foto vemos el resultado de un experimento que se hizo con 14 muestras del mismo vino (Leasingham Estate Clare Valley Semillon 1999) donde se cataron durante 10 años viendo su evolución. Se utilizaron diferentes tipos de cierre desde corcho natural, sintéticos y solo 1 de tapa rosca que es el del extremo izquierdo. Se puede apreciar que es el que mantuvo mejor el color natural del vino.
Cierre de Cristal
Se encuentra en muy pocos vinos por ser de alto costo. Dentro de las ventajas es que no poseen olor que pueda afectar el vino y son reciclables.
https://bottlesandpackagingstore.com/vinos-tranquilos-tapones-vinolok/129-tapon-cristal-vinolok-18-5-low-top-clear-60-uds.html
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