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Trascender nuestra zona de confort

María José Vargas para El Observador Cada vez es más frecuente conocer y escuchar a gran cantidad de profesionales hablar…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Trascender nuestra zona de confort
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María José Vargas para El Observador

Cada vez es más frecuente conocer y escuchar a gran cantidad de profesionales hablar de sus experiencias de crecimiento en el ámbito laboral y personal una vez que han decidido trascender su propia zona de confort.

 Y ahora bien, ¿Qué es para usted la zona de confort? Al conectar con esa misma pregunta me aventuro a unirme a la definición que leí recientemente en una publicación:

“Justificación perfecta para no ser, no hacer, no arriesgar, no crecer, no aprender, no vivir”

Fue cuando leí esa frase que decidí hacerle honor a este tema en la columna de hoy. Y justamente, porque esta zona trae implícita una justificación, una excusa creada por nosotros mismos que hace que no veamos posible la realización de un determinado cambio y que de atrevernos a realizarlo, otro mundo de posibilidades podríamos crear, aplicándolo a cualquier ámbito de nuestra vida que elijamos.

El entorno laboral

Para efectos de este artículo le daré énfasis al desarrollo profesional y los entornos laborales.

¿Cuántas veces nos hemos visto en nuestra carrera bajo el piloto automático de la zona de confort? Tal y como la frase lo describe, es una zona “cómoda”, “amigable”, “predecible”, y sobre todo, “segura”.

Se conoce la empresa, a la jefatura, colegas, y clientes; la forma en cómo funcionan los procesos, como manejarse a nivel político, sumado a que también se conoce el valor que aportarmos a la empresa.

Entonces ¿Cuál puede ser el reto de la zona de confort?

La zona de confort, a mi juicio, no representa un problema si usted está consciente que se encuentra en ella y elije mantenerse ahí, fluyendo y adaptándose con lo que vaya sucediendo en el camino.

 Se vuelve un reto cuando usted está consciente que se encuentra ahí e internamente quiere un cambio que resuena con sus propios anhelos y metas, con una nueva versión de sí mismo.

A veces, esta nueva versión implica un cambio de carrera, de empresa, un emprendimiento, un sabático, un cambio 180 grados.

El miedo paraliza

Trascender la zona de confort nos conecta con muchas emociones. El miedo es una de las emociones más intensas que podemos sentir en procesos de cambio.

El miedo paraliza, y al mismo tiempo da un sentimiento de protección. ¿Cómo podemos trascender ese miedo cuando hemos decidido aventurarnos a salir de nuestra zona de confort?

La emoción del coraje es una gran aliada que nos puede acompañar a salir de esa zona de confort. El coaching ontológico define la emoción del coraje como: la emoción que nos impulsa a la acción, a pesar de que sintamos miedo.

¿Y qué hay después de aventurarse a salir de la zona de confort? La incertidumbre. No sabemos si seremos igual de “exitosos” que antes.

Solo sabemos quién es la persona/profesional que estamos siendo en este momento el cual está conectado con la decisión de hacer un cambio para salir de su “status quo”.

La confianza en nuestro propio potencial y el coraje para accionar nos llevarán a alcanzar nuestras metas. Por mi parte les recomiendo estar atentos y disfrutar el camino hacia esa meta, que en retrospectiva es una experiencia única llena de aprendizajes que hacen que todo ese camino recorrido independientemente del resultado haya valido la pena.

María José Vargas es Human Resources Business Partner y Coach Ontológica
Mail: [email protected]
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/mar%C3%ADa-jos%C3%A9-vargas-4b359523/