Portada

Tratamiento con plasma convaleciente solo se aplica bajo responsabilidad y con el consentimiento de pacientes con COVID-19

La aplicación de plasma convaleciente en casos de COVID-19 no es aún un tratamiento oficial y su uso depende de…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Tratamiento con plasma convaleciente solo se aplica bajo responsabilidad y con el consentimiento de pacientes con COVID-19
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

La aplicación de plasma convaleciente en casos de COVID-19 no es aún un tratamiento oficial y su uso depende de un descargo de responsabilidades que deben firmar los pacientes, según admitió el presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya.

De acuerdo con el jerarca, la implementación de la sangre de personas recuperadas se da por medio del principio del “uso compasivo”, que permite que los pacientes accedan a tratamientos aún experimentales.

Con el “uso compasivo” las autoridades ya han introducido otros compuestos químicos como la hidroxicloroquina en el tratamiento de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus y que hasta este lunes se ha registrado en 48.780 personas en el país de las cuáles 19.083 ya se recuperaron y 510 perecieron.

“El enfoque principal es el beneficio del paciente y para eso se le dan las herramientas al médico tratante, para que tenga la potestad de aplicarlo a su mejor criterio”, sostuvo Macaya, quien insistió en que hay un control de calidad sobre la sangre utilizada.

Tras consultas de El Observador, la institución justificó que la figura está avalada por su Unidad de Bioética considerando que según la evidencia científica el plasma “se perfila como una terapia que puede mejorar el curso pronóstico de la enfermedad COVID-19”.

OBSERVE MÁS “Uso compasivo”: la excepción que permite usar hidroxicloroquina sin permiso de Salud en tratamiento de pacientes con COVID-19

De acuerdo con los registros de la CCSS, a la fecha hay 367 pacientes a los que se les ha aplicado el plasma, para lo cual el protocolo exige que los médicos llenen un formulario que registra la información del paciente, además debe informar al usuario las ventajas y los riesgos del uso de la terapia. El tratamiento también se puede aplicar en centros hospitalarios privados.

De igual forma, debe explicar el beneficio clínico esperado, los efectos adversos y debe consignarse en el expediente del paciente un consentimiento informado de previo a iniciarse la terapia, en el cual eximen a las autoridades en caso de posibles efectos secundarios.

Dudas que llegan de Estados Unidos

En su búsqueda desesperada por un tratamiento para el coronavirus otros países han apostado por el plasma convaleciente, generando dudas sobre la eficacia y seguridad del mismo.

Incluso la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), enfrentó dos semanas atrás una avalancha de críticas tras la aprobación del uso de la sangre en el acompañamiento a los pacientes activos.

El comisionado de la agencia estatal, Stephen Hahn, llegó a afirmar en una actividad en la Casa Blanca que el tratamiento podría llegar a tener una efectividad del 35%, un cálculo por el que luego se retractó y ofreció disculpas.

El impulso al plasma convaleciente se ha tachado incluso de campaña política por parte del presidente estadounidense Donald Trump, que busca la reelección en medio de los peores números mundiales por la pandemia.

Aunque la FDA se ha escudado en estudios de la reconocida Clínica Mayo de Minesotta para justificar su decisión, expertos han señalado que la propia medición tiene errores básicos.

“A pesar de que se han destinado millones de dólares e involucrado a decenas de miles de pacientes estadounidenses, el estudio tiene un gran defecto. No ha reunido a ningún grupo de control (personas que no recibieron plasma) que sirva como punto de comparación. Esta falta deriva en que los hallazgos de la Mayo Clinic sean más difíciles de interpretar y se suma a los errores que ya se habían encontrado en los primeros estudios sobre el plasma convaleciente”, resumió la revista National Geographic al explicar la polémica.

Sangre de curados a enfermos

Para aplicar el plasma convaleciente se extrae la sangre de pacientes recuperados y tras separarle los anticuerpos se realiza una transfusión a los enfermos.

Esta terapia salió a la luz como la esperanza de darle una opción a los pacientes internados que presenten alguna complicación leve o moderada y aunque inicialmente solo la hacía la CCSS ahora los hospitales privados también pueden aplicarla.

Su uso arrancó en el Hospital de Liberia el pasado 25 de mayo y la beneficiaria fue una mujer de 37 años.

Un estudio estadístico preliminar del CEACO indica que de 107 pacientes tratados con plasma convaleciente, se ha documentado que la mortalidad de 13%. La Caja agregó que en el grupo se identificaron las variables de hipertensión, tabaquismo y la ventilación mecánica como factores de riesgo asociados con un aumento en la mortalidad y que no se detectaron efectos secundarios (CCSS)