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Tricolor gana a Curazao y sigue viva en la Liga de Naciones

por Harold Leandro
Observador CR

Sin reportar mejoría en su accionar, la Selección Nacional ganó 1-2 a Curazao en la capital de esa isla, Willemstad, y sigue viva en la Liga de Naciones.

Johan Venegas (14’) y Francisco Calvo (84’) anotaron para la Tricolor. Descontó Rangelo Janga (20’).

 

Con este resultado, la Sele llegó a 5 puntos, la misma cantidad que Curazao, pero Costa Rica le falta un partido, domingo ante Haití en el estadio Ricardo Saprissa Aymá.

Así, un empate frente a los haitianos le da el boleto a la Selección Nacional para las semifinales de este torneo de la Concacaf.

Johan Venegas celebra su gol, de penal, contra Curazao. Foto tomada de concacafnationsleague.com.

Costa Rica venía de empatar los dos primeros partidos de este torneo: 1-1 con Haití en Bahamas y 0-0 con Curazao en el estadio Alejandro Morera Soto, de Alajuela.

Las acciones

Costa Rica, urgida de la victoria, salió agresiva y tomó el control del juego desde el arranque. Así, a los 11 minutos Johan Venegas estuvo a punto de abrir el marcador con cabezazo que se fue por arriba.

Un minuto después, el portero local, Eloy Room, derribó en el área a José Guillermo Ortiz, claro penal que señaló el árbitro mexicano Marco Antonio Ortiz.

Johan Venegas, a los 14’, ejecutó desde el manchón blanco con remate al costado contrario a donde se lanzó Room.

 

Los locales reaccionaron con furia a los 20’ y en un rompimiento rapidísimo por derecha -tras perdida de balón de Marvin Angulo- Juninho Bacuna avanzó como centella y centró para que Rangelo Janga venciera de cabeza a Esteban Alvarado para el 1-1.

 

 

Curazao jugaba sencillo, sin florituras, sin adornos, sin lujos, en suma, con lo justo. Pases de primera y anticipación, eran las claves con las que el rival nos hacía ver mal.

Entonces, volvieron los fantasmas de los juegos anteriores y la posibilidad de otro resultado indeseable se hacía cada vez más grande.

Por momentos, Angulo despertaba y dejaba ver destellos de su fútbol trepidante o Ricardo Blanco se acordaba de que podía correr la pradera derecha y sorprender con buenos centros.

Pero el 1-1 sorprendió a los actores cuando se señaló el fin de la inicial.

Gol y alivio

Tras la  pausa, Costa Rica sufrió un bajón en su rendimiento y Curazao creció en el ataque.

Encima, a los 64’ fue expulsado, con toda justicia, Ricardo Blanco, con lo que la Tricolor se quedó en inferioridad númerica.

Fue ahí donde la figura del portero costarricense Esteban Alvarado se  hizo grande.

Con una parada providencial salvó su arco al 72’, cuando Elson Hooi remató a bocajarro justo a un metro de la línea de gol y el cancerbero herediano se fajó como los grandes.

Costa Rica se desdibujó. Deambulaba en la cancha como un fantasma, sin ganas, sin voluntad. Como canta Pablo Milanés, le faltaba “carne de deseo”.

Hasta que una jugada de balón parado nos resucitó: Rándall Leal cobró un tiro de esquina al 84’ y Francisco Calvo se elevó más que todos y de cabeza impuso su fuerza para el 1-2.

Ficha del juego