Paula Ruiz
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) considera que la unificación de las Elecciones Nacionales con las municipales no garantiza que el electorado sepa por quién votará.
Incluso, el ente aseguró que “francamente eso no es posible” en caso de que se fusionen ambos comicios.
En la actualidad las elecciones presidenciales y municipales se realizan con una diferencia de dos años a partir del 2016. La última vez que coincidieron en el año fue en el 2010.
El tema sale a colación a la luz de un proyecto de ley presentado recientemente por los socialcristianos Alejandro Pacheco y Carlos Andrés Robles, así como los liberacionistas Carolina Delgado y Gilberth Jiménez.
Gustavo Román, vocero del ente electoral, destacó que el TSE no ha sido convocado a audiencia ni tampoco han recibido solicitud de consulta sobre el expediente de ley.
No obstante, se refirió con base en propuestas planteadas con anterioridad en esta misma línea, pero de manera informal.
¿Garantía de éxito?
El funcionario explicó que unir los comicios no necesariamente se traducirá en que los votantes tengan claro el panorama.
Puso como ejemplo la más reciente elección presidencial, en la que hubo 25 candidaturas para llegar a Casa Presidencial.
Esto -comentó- dificultó a los votantes a identificar aspectos como la bandera y nombre del partido político de su preferencia.
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“Imagínese (ahora) añadirle la cantidad de opciones que solo en la municipal de 2020 hubo 80 partidos políticos participando”, afirmó.
El vocero abogó por el derecho que tienen los votantes a saber por qué y por quién están votando.
“Son 84 elecciones en 2024 independientes en las que los competidores y los problemas por resolver son distintos. La gente tiene derecho a que se discutan y no a que la atención tanto del elector como la prensa se concentre en las nacionales”, destacó Román.
“Lo más importante es que las personas puedan saber por quién está votando y la prensa pueda hacer un trabajo de escrutinio y revisión. Esto para advertirle a la ciudadanía cuáles son las cosas que tienen en el pasado o pendiente (los candidatos)”, señaló.
Logística y dinero
Otros puntos a consideración tienen que ver con la logística que implicaría para el TSE la organización de unas votaciones con tantos partidos políticos y papeletas, entre otros elementos.
“Probablemente y aquí utilizo ese adverbio… porque no hemos hecho las mediciones para saberlo, pero probablemente a nivel logístico también sería un problema porque el proceso electoral va secuenciado y muy calendarizado”, explicó.
“No se pueden empezar ciertas cosas hasta que se han terminado las precedentes. No se pueden terminar papeletas hasta inscripción de candidaturas.
“Pero además no se pueden empezar a distribuir si no se han impreso las papeleta. Y no se pueden juramentar si no se ha distribuido el material electoral y no sobra tiempo.
“Llegamos 15 días antes con el material en juntas cantonales y una semana antes en las juntas receptoras de votos, no sobra tiempo”, especificó Román.
TSE duda del ahorro
Uno de los puntos defendidos por los proponentes legislativas es que esta unificación de votaciones implicaría un ahorro de ¢9.000 millones.
El vocero del TSE refutó esa justificación al indicar que no es correcto pensar que la fusión implicaría un ahorro.
“Porque igual habrá que imprimir papeletas, y el proceso de renovación de estructuras, inscripción de candidaturas que son más de 6.000 cargos que se pueden apelar”, subrayó.
Eso sí podrían darse ahorros en aspectos como transporte o auxiliares electorales.
Román indicó que el recién proceso electoral costó ¢9.500 millones y el municipal de 2020 ¢7.500 millones, por lo cual desconoce de dónde se tomó la cifra del ahorro planteado en la iniciativa legislativa.
Abstencionismo
Román se refirió a otra afirmación lanzada sobre la baja en el abstencionismo que supondría la fusión de elecciones.
El vocero de TSE consideró que no es posible sustentarla. “Porque no tenemos datos de participación del 98 para atrás que fueran solo de elección municipal, porque votábamos con 3 papeletas: una para presidente, una para diputados y una para regidores y síndicos, nada más.
“Entonces uno puede fijarse en los niveles de abstención, pero esos niveles de abstención son los niveles de la elección en conjunto no solo de la municipal”, explicó.
Las cifras de abstencionismo sí tienen comportamientos distintos en ambos ámbitos.
Esto porque la municipal registra una mayor participación de votantes, aunque porcentualmente la abstención es más alta que las naciones.
En cambio en los comicios nacionales disminuye la afluencia de votantes y se incrementa la abstención.
Román apuntó a que este fenómeno se da por diferencias geográficas: la elección presidencial tiene mayor abstencionismo en las costas, y la municipal dentro de la Gran Área Metropolitana (GAM).
Lo anterior ocurre por cuanto -explicó- el gobierno Local obtiene mayor relevancia en las zonas alejadas a la GAM.
"Hay experiencia acumulada, sabemos un teje y maneje de cómo es el tema de las elecciones que no está tan claro fuera de la institución.
"Lo que sugerimos respetuosamente es que los procesos de reforma y modificación se hagan en diálogo con la institución y el aporte del Tribunal, para que sean reformas para bien", finalizó Román.
La propuesta es liderada por el socialcristiano Alejandro Pacheco (centro).
La propuesta
En total, cuatro legisladores presentaron la propuesta a la corriente legislativa para unir ambos comicios.
“El proyecto permitirá economizar y reasignar los recursos públicos para proyectos importantes sociales como vivienda, salud, educación, caminos, entre otros”, dijo Pacheco, uno de sus impulsores.
El plan establece que en caso de aprobarse, las últimas elecciones municipales sean las del 2024.
Esto implicaría que las autoridades locales electas en ese momento, ejerzan durante los próximos seis años para lograr la unificación en los comicios de 2030.
La iniciativa se analizará en el Congreso mediante el número de expediente. 23.229.
El plan es unificar las elecciones nacionales con las municipales. (Paula Ruiz/El Observador).
