Tomás Gómez
La Universidad de Costa Rica (UCR) trabajará durante el próximo trimestre con un cronograma ajustado para completar el desarrollo de sus ventiladores y empezar a producirlos en octubre.
Tras aprobar con éxito las primeras pruebas en modelos robóticos se espera que el modelo complete sus evaluaciones con cerdos durante las próximas semanas para llegar en setiembre a la fase de evaluaciones en seres humanos.
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Pasado ese periodo y con la respectiva autorización del Ministerio de Salud, el plan es arrancar con la fabricación de los ventiladores ya sea a finales de setiembre o inicios de octubre.
El desarrollo de los ventiladres se gestiona mediante el proyecto “Respira UCR”, liderado por el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum) pero también ha contado con la colaboración de las escuelas de Física, Artes Plásticas, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Eléctrica, Biología y Enfermería.
Además, la empresa privada y otros entes públicos como la Caja Costarricense de Seguro Social y el Ministerio de Ciencia y Tecnología han participado en la investigación.
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Las primeras maquetas presentadas en marzo proponían un respirador básico que ha evolucionado con la incorporación de alarmas y sensores para monitorear la condición del paciente.
Esto significó pasar de lo que los especialistas llaman un dispositivo de respiración asistida clase uno, a un dispositivo clase tres de mucho mayor complejidad y con mucho más tecnología, ya que se decidió incorporarle cada vez más alarmas y sensores para monitorear la evolución del paciente.
El presupuesto hecho por la UCR cálculos en el $4.500 el valor de cada ventilador, cuyo valor de mercado se ubica entre los $30.000 y $50.000.
El avance de la Universidad garantizará también el acceso a los instrumentos en medio del colpaso del mercado mundial, que aún no entrega al país más de la mitad de los respiradores comprados desde abril.
