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Un ambiente funerario despidió a Rodolfo Piza

Los trajes oscuros y el semblante de los asistentes dejaban pocas dudas sobre el acto que estaba a punto de…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Un ambiente funerario despidió a Rodolfo Piza
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Los trajes oscuros y el semblante de los asistentes dejaban pocas dudas sobre el acto que estaba a punto de iniciar.

Aunque la renuncia de Rodolfo Piza era un secreto a voces desde la semana anterior y el fin de semana se intensificaron, el Gobierno intentó mantener el hermetismo hasta el último minuto.

Una invitación a la prensa precisaba el Museo de Jade como la sede de un anuncio, pero en horas de la mañana la convocatoria se trasladó a la Casa Presidencial, en cuyo lobby se colocaron sillas en forma de media luna alrededor de un podio donde, por fin, se daría la noticia esperada.

Llegaron presidentes ejecutivos y otros jerarcas, seguidos de los ministros, quienes fueron poblando las sillas.

Con cuarenta minutos de retraso las puertas del despacho presidencial se abrieron y tanto Carlos Alvarado como Rodolfo Piza bajaron la rampa rumbo al primer piso.

El último mensaje

Sin mayor protocolo, la maestra de ceremonias cedió la palabra al excandidato presidencial socialcristiano.

En quince minutos, un Rodolfo Piza sin dichos ni refranes resumió los últimos catorce meses, haciendo mención de lo que se ha hecho y de lo que queda pendiente.

La corbata que tantos debate generó entre Piza y Alvarado fue el obsequio con que se despidieron los políticos.

Habló de los problemas del empleo, pidió atención especial para la provincia de Puntarenas e insistió en que hizo bien su trabajo, pero que estaba en un cargo que no inaugura.

“Siempre he dicho que este es el puesto de un perro guardián que lo guardan en las fiestas y lo sueltan en las broncas”, dijo.

Con su mirada puesta en el presidente Alvarado le agradeció su confianza y le deseó lo mejor de cara el Bicentenario de la Independencia.

“Hemos arado juntos… pusimos las semillas… y a usted le tocará recoger la cosecha”, exclamó.

Tras un cuarto de hora, por fin confirmó la noticia por la que llegaron autoridades y periodistas: la decisión de irse estaba tomada.

¿Y el “Gobierno de Unidad Nacional”?

Insistiendo en que el “Gobierno de Unidad Nacional” seguirá adelante, tres ministros provenientes de diferentes partidos despidieron a quien hasta el próximo miércoles será su colega.

Habló la ministra de Planificación Pilar Garrido, de vínculo cercano al PAC; Dyalá Jiménez, de Comercio Exterior, quien proviene de una familia con raíces en el PLN y Rodolfo Méndez, de Obras Públicas, eterno militante del PUSC.

El video de despedida emocionó a Piza, a quien le quedan 48 horas como Ministro.

Tras ellos, se compartió un video con tono de homenaje, lleno de intervenciones de otros jerarcas y de música triste que puso aún más serio al Ministro que se despedía.

Las risas aparecieron solo al final, cuando Carlos Alvarado le obsequió a Piza una corbata pues “nunca se ponían de acuerdo en qué actos usarla y en cuáles no”.

Piza se quitó entonces la corbata celeste con la que llegó y se puso la morada que le regalaron.

“Cambio de brete entonces cambio de corbata”, bromeó.

Aunque quiso darle largas al tema de su destino, un tweet del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, lo delató:

El mandato de Piza en Zapote llegará hasta el miércoles. El 1° de setiembre iniciará su trabajo en Washington.