Harold Leandro
La dirigencia del fútbol costarricense está basada en un sistema perverso, en el cual la fiscalía, aquella instancia que debería “fiscalizar” a los demás dirigentes, ha sido una oficina más que complaciente.
Eso, al parecer, tuvo un viraje el viernes 26 de agosto en una Asamblea General Ordinaria de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), en la que se eligió al fiscal por los próximos dos años.
Dirigido por Rodolfo Villalobos, el Comité Ejecutivo pretendía la reelección de su incondicional escudero: William Sequeira.
No obstante, éste a última hora y sin que se hayan explicado los motivos, desistió de su reelección y ni siquiera se presentó al cónclave.
Ello dejó libre el camino para la elección de Carlos Ricardo Benavides, quien obtuvo 28 votos de los 32 asambleístas.
Carlos Ricardo Benavides, nuevo fiscal de la Fedefútbol, ha sido ministro de Turismo, Presidencia y Deportes, así como diputado en dos periodos. Foto de archivo.
Con ello, a partir del próximo jueves arranca un nuevo derrotero en la Fedefútbol, pues el fiscal entrante afirmó en sus primeras declaraciones a la prensa que, al contrario del acomodaticio Sequeira, investigará cualquier caso que llegue a sus manos y que trasgredan las buenas conductas en el fútbol.
Oídos sordos a denuncias
Desde que llegó a la fiscalía de la Federación en el 2011, el ínclito Sequeira no investigó a profundidad ni una sola de las graves irregularidades que gravitan el Proyecto Gol, sede la Fedefútbol.
Veamos algunos casos:
Llamadas de dirigentes de Primera División Masculina a árbitros para amedrentarlos.
Denuncias de acoso sexual y laboral por parte de una instructora arbitral de la Primera División Femenina de apellidos Miranda Villalobos a un grupo de silbateras.
Multipropiedad en nuestro fútbol (algo prohibido por FIFA), donde Herediano, al parecer y según denuncia de La Nación, tiene injerencia en tres equipos más: Guanacasteca, Guadalupe y Grecia.
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Adrián Castro, presidente de Puntarenas (a la sazón, equipo de Primera División), fue asesinado a balazos el 16 de febrero del 2009.
Robert Walter Cox Llanderal, accionista mayoritario de Guanacasteca (Segunda División en aquel tiempo), murió de la misma forma el 1.° de agosto del 2012.
Más ejemplos
Cuatro futbolistas serbios (Vladinir Vujasinovic, Boris Balinovic, Zoran Zec y Miroslav Bjelos) jugaron gratis en Limón (Clausura 2017) y Liberia (Apertura 2018), una situación sospechosa de amaño de partidos y tráfico de personas.
El 27 de octubre del 2019 fue tiroteado y luego falleció Marcelo Torres, vicepresidente del equipo la UCR (Primera División en ese entonces).
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En ese mismo año, dos colombianos se retaron a muerte por la administración de Limón, equipo que luego fue vendido a empresarios mexicanos fantasmas, que posteriormente desaparecieron en forma misteriosa. Hoy ese importante equipo de nuestro Caribe está desaparecido.
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¿Y dónde estaba el fiscal?
Falta de transparencia
El “aporte” del benévolo Sequeira al no investigar nada es redondeado por la total opacidad en el manejo de los temas federativos.
Fue precisamente por ello que en setiembre del 2022, la comunicadora Marjorie Sibaja (única mujer del actual Comité Ejecutivo de la Fedefutbol) renunció porque en esa instancia “no reinaba la transparencia”, según reveló. ¡Sus denuncias cayeron en el vacío!
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De nuevo, ¿dónde estaba el fiscal?
Jefa de prensa que no es periodista
Todo comienza a tener lógica si se hacen algunos cuestionamientos alrededor de la Fedefútbol.
¿Por qué la oficina de prensa de la Fedefútbol es dirigida por una persona que no es periodista (muy eficiente para hacer campañas de mercadeo pero nunca ha escrito ni publicado una nota) y no por una persona periodista? Máxime cuando en ese despacho hay profesionales de valía, trayectoria y experiencia como Gina Escobar, Gustavo Jiménez o Graciela Fonseca!
Jugada magistral
Y si algún periodista o medio de comunicación hacía una denuncia que trascienda o si algún dirigente realizaba algún señalamiento, siempre había una jugada magistral para acallar el escándalo y que nunca falló: Se le pedía al ahora exfiscal William Sequeira que investigara y rindiera un informe.
La manida receta era la misma: Como el fiscal no es remunerado por la Fedefútbol (o sea, no trabaja en la “Casa de los Sustos” sino que se dedica al ejercicio liberal de su profesión de abogado), el solícito Sequeira duraba eternidades en su famosa “investigación” y el resultado era invariable: “No se consiguió probar el hecho supuestamente ilícito y, por tanto, se declara sin lugar la denuncia y se archiva”! Y claro, daba su informe cuando el escándalo se había olvidado.
¡Viva la Pepa!
Instalaciones de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), ubicadas en San Rafael de Alajuela. Foto tomada de fedefutbol.com.
Harold Leandro
