Blogs

Un día de bochorno empieza con un “¡¡no me toquesss!!”

Manuel Guisande para El Observador Un día calor es muy, pero que muy distinto a un día de bochorno. Un…

Por Blog

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Un día de bochorno empieza con un “¡¡no me toquesss!!”
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

Un día calor es muy, pero que muy distinto a un día de bochorno. Un día de calor se mitiga yendo a la playa, bebiendo agua fresca o poniéndote a la sombra bajo un árbol o una sombrilla. Menos trabajar… lo que sea.

Un día de bochorno, no. Un día de bochorno todo empieza por un “¡¡no me toquesss!!, ¡¡no me toquessss!!” al que le puede seguir un “¡¡¡déjame en pazzz!!!””

Y, en casos extremos, puede terminar con un “pues ahora sí que me divorcio”. Ni agua, ni sombrilla ni árboles y sí un papeleo en el juzgado, que es mucho el asunto, un jaleo…

Y esto, ¿está bien?, ¿mal?; pues, depende, porque si te querías separar de tu mujer o marido y no sabías cómo decírselo, un día de bochorno es lo ideal.

Ya que es raro, pero que muy raro, que alguien proteste mucho, porque con el bochorno, si la tensión arterial de un individuo de tipo medio está en 100 de mínima y 150 de máxima, en esos días la tienes entre 50 y 60; vamos, todo menos montar una escenita, ni fuerzas tienes para sujetar las chanclas.

Días muy traicioneros

Los días de bochorno (si es que no engañaste antes a tu mujer o marido) son muy traicioneros.

Y está demostrado que hasta la pareja más enamorada del mundo no va ni de la mano. Porque más que una mano lo que tocas es una mezcla de sudor y aceite que resbala, como una especie de gelatina asquerosa que te da repelús.

¿Y por qué se producen los días de bochorno?, ¿qué dicen los expertos en climatología y otras causas atmosféricas?

De verdad que no estoy ahora para entrar en Google y aprenderlo, seguro que en la Universidad de Oxford lo saben, que allí son muy dados a  aprender de todo, incluso si un gato araña.. por qué no es araña. Que otra cosa, no, pero darle al cerebro… lo borban..

Por lo que me dice Sergio Arce, periodista de El Observador, lo que está ocurriendo en Costa Rica podría deberse a los efectos de El Niño.

Y claro, si es por lo de El Niño, todo tiene una explicación, porque no hay niño que en un momento dado no te deje abochornado. Sí, un bochorno distinto, pero el calor que te entra por el cuerpo es incluso mayor, lo sé por experiencia.

Manuel Guisande