Tomás Gómez
Como uno de los principales cooperantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Unión Europea pidió que la selección del próximo presidente de la institución se postergue a marzo del 2021.
La postulación de un candidato por parte del Gobierno de Donald Trump al cargo, históricamente reservado para un latinoamericano, habría detonado la decisión.
El diario español El País dio a conocer durante el fin de semana una carta enviada a los estados miembros del BID por parte del representante europeo para la Política Exterior, Josep Borrell, donde se pide ajustar el cronograma.
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Según la publicación, la intención sería retrasar el relevo para cuando hayan pasado las votaciones presidenciales de Estados Unidos, a celebrarse en noviembre, y en las cuales la reelección de Trump se tambalea de acuerdo con las últimas encuestas.
El Observador consultó a la Cancillería costarricense si el documento ya se había recibido pero no hubo respuesta al cierre de esta nota.
Estados Unidos versus Costa Rica
Aunque existe una tradición no escrita de ceder la dirección del BID a un latinoamericano y la vicepresidencia a un estadounidense, Washington sorprendió con el lazamiento de su propia ficha para la cabeza de la institución.
Se trata de Mauricio Claver-Carone, un abogado de ascendencia cubana y española que ha trabajado para el Departamento del Tesoro, el Fondo Monetario Internacional y más recientemente la Casa Blanca, donde dirige los asuntos relacionados con América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional.
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Su nombre comenzó a generar apoyos pero también la reacción de un grupo de expresidentes de la región como Juan Manuel Santos de Colombia, Ricardo Lagos de Chile, Julio María Sanguinetti de Uruguay, Fernando Henrique Cardoso de Brasil y el mexicano Ernesto Zedillo, quienes pidieron mantener la costumbre.
La expresidenta Laura Chinchilla se presentó también como opción al cargo para «fortalecer aún más el BID en su papel de socio estratégico de las naciones de la región en el impulso a la agenda de desarrollo».
Las aspiraciones de Chinchilla fueron acuerpadas luego por el Gobierno costarricense quien oficializó el impulso a la candidatura.
«El respaldo del gobierno de Costa Rica a las aspiraciones de la expresidenta Chinchilla, se enmarca en su tradición de apoyar de manera entusiasta las aspiraciones de costarricenses en puestos internacionales de relieve, sobre la base estrictamente de sus atributos y estimulando el liderazgo de la mujer», comentó el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Solano.
Diputados toman partido
En medio del llamado de la Unión Europea un total de 48 diputados pidieron a la Cancillería sumarse a la petición.
Por medio de una carta firmada por representantes de todas las fracciones, los legisladores instaron a que tomen en cuenta las consideraciones de Borrell y se respalde la posposición.
A dicho llamamiento se sumó también el expresidente José María Figueres por medio de sus redes sociales, en las cuales manifestó que “no tiene sentido elegir presidencia del BID a pocos días de que cambie el Gobierno en Estados Unidos”.
No todos votan igual
La designación del sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno, que dejará el BID este año, está marcada por reglas de poder económico y por la pandemia.
Aunque originalmente la elección sería en la cumbre del Banco, convocada para marzo anterior en Barranquilla, la crisis del COVID-19 produjo su postergación para setiembre.
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El método de votación se define por un sistema de cuotas donde el aporte al capital define el peso, lo que deja a Estados Unidos con el 30%. Le siguen Argentina y Brasil con 11,3% por país.
Otras porciones importantes las mantienen México con 7,2%, Japón el 5% y Chile y Colombia con el 3,2%, cada uno.
A Costa Rica, por su parte, le toca un 0,46% de derecho al voto.
