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“Uno necesita amor y que por lo menos lo vengan a peinar en un día libre”; testimonios de adultos mayores revelan impacto del olvido de sus familias como detonante para la depresión

Los encargados y médicos del Hogar Carlos María Ulloa notan en sus consultas cómo a los adultos mayores les afecta…

Por Mariana Mena

Tiempo de Lectura: 3 minutos
“Uno necesita amor y que por lo menos lo vengan a peinar en un día libre”; testimonios de adultos mayores revelan impacto del olvido de sus familias como detonante para la depresión
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Los encargados y médicos del Hogar Carlos María Ulloa notan en sus consultas cómo a los adultos mayores les afecta la ausencia o el olvido por parte de su familia.

El Observador hizo una visita  y conversó con algunos de los residentes de este hogar de larga estancia.

“Nos sentimos solos porque la familia siempre busca excusas para no venir. Los familiares no concientizan y piensan que la institución debe hacerlo todo”, expresó Lourdes Rivas de 64 años.

Ella enfrenta una discapacidad por la perdida de su rodilla, y expresó lo difícil que es no recibir el apoyo familiar para ella y muchos de sus compañeros.

“Yo a veces veo ese dolor en mis compañeros, uno necesita amor y que por lo menos lo vengan a peinar en un día libre”, indicó.

Por su parte, Xinia Crespí de 69 años, tiene tres hijos de los cuales recibe la visita de uno.

“De mis tres hijos solo viene el mayor, como soy artista me dedico a pintar, no me gusta pensar porque sino me entra de “depre” y llorona si soy”.

De acuerdo con Jorge Valverde, psicólogo del Hogar Carlos María Ulloa, esta falta de apoyo familiar genera situaciones que en muchos casos puede desencadenar en una depresión.

“Cuando empezamos a ver que las visitas disminuyen, también comienza un deterioro en la persona a nivel cognitivo y funcional. Una depresión no es solo sentirse triste como se ha creído.

“En ellos lo vemos con la alimentación, los procesos de participación, comienzan a aislarse y pensamientos negativos sobre ellos mismos”, explicó Valverde.

Marcada ausencia

La dos años mas críticos de la pandemia representaron un reto para el hogar, desde el abordaje de la enfermedad hasta permitir el contacto con las familias.

“La parte afectiva afecto mucho a los adultos, se implemento una sala especial para las visitas, sin embargo no llegaron”, señaló Stefanie Carrillo, trabajadora social del hogar.

Por ejemplo, el 24 de diciembre del 2021 solo llegaron 33 personas a la visita, donde residen 210 adultos mayores, de los cuales solo 10 no tienen ningún familiar.

“Cuando existen las expectativas por parte del adulto mayor de que su familia más cercana va a venir y no es así, existe todo un sentimiento de tristeza.

“Nosotros tratamos de hacer un llamado de conciencia hacia sus familias, para que los adultos que están acá no se sientan en ese nivel de abandono”, expresó Carrillo.

Para el día del padre de 90 adultos hombres, llegaron 40 visitas en su mayoría a ver mujeres.

“Si hemos visto una diferencia entre el hombre y la mujer, por ejemplo, un día de la madre es mucho más alto el número de familiares con un regalito, pero con los hombres no es igual”, comentó la trabajadora social.

“Con los hombres es difícil en la consulta para que hablen de sus sentimientos, hay en ellos una cultura muy arraigada que los limita a expresar cómo se sienten.

“Cuando ocurren estas ausencias entran en negación y excusas para el familiar, pero como médico puedo ver en sus rostros como sí los afecta”, agregó el psicólogo.

 

Hogar de larga estancia

El programa Ciudadano de Oro de la CCSS, reporta que hay 662.763 adultos mayores con corte a julio del 2021.

En el Hogar Carlos María Ulloa un 90% de la población tiene algún tipo de demencia.

“Acá recibimos población en condición de vulnerabilidad provenientes del Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis) y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), hay 132 personas en condición vulnerable.

“También esta la opción de pago por parte de las familias, pero acá los integramos a todos como una gran comunidad y buscamos intereses particulares para cada uno”, expresó Marcos Castro, administrador del hogar.

 

El Hogar Carlos María Ulloa es de los mas grandes del país con capacidad para 265 personas, cuenta con salones y también casas particulares, además de brindar un enfoque a una vejez activa.

“Tratamos de que tengan una amplia gama de actividades, que sea una vejez 100% activa, porque debemos aprovechar el tiempo, en la vejez es cuando más marcado vemos el deterioro”

“Vamos a impulsar la creación de una sala sensorial para que los adultos con alto deterioro a nivel cognitivo y que no pueden disfrutar de esos talleres se les pueda dar al menos estimulación a nivel cerebral”, explicó Castro.

Con esta iniciativa se busca intentar detener, frenar o mantener como mínimo las condiciones cognitivas que aún poseen estos adultos mayores.