Berlioth Herrera
La filtración de una serie de mensajes extraídos del teléfono del expresidente panameño Juan Carlos Varela (2014-2019) removió la política de su país, al punto de considerarse el segundo escándalo más importante luego de los Panama Papers.
Los denominados Varelaleaks provocaron ya, la renuncia de una fiscal, una solicitud de revisión de las las negociaciones de la Procuraduría con la gigante brasileña Odebreth, así como una denuncia penal del mismo exmandatario, además de una seguidilla de reclamos y acusaciones.
El pasado 5 de noviembre, un sitio anónimo denominado “Varelaleaks”, reveló comunicaciones privadas que habría tenido el expresidente, por whatsapp, entre los años 2017 y 2018, señalando que al exmandatario se le había extraviado su teléfono celular.
Producto de esta filtración, el 12 de noviembre anterior, la fiscal jefe de Panamá, Kenia Porcell, dimitió a su cargo tras la publicación de supuestas conversaciones que habría tenido con el exmandatario y en las que discutieron casos de la justicia y de temas del país.
“He tomado la decisión de presentar mi renuncia al cargo aparir del 1° de enero de 2020”, dijo Porcell en una entrevista con Radio Panamá.
En las conversaciones Varela y Porcell ventilan detalles de casos judiciales y opiniones personales de eventos ocurridos en el país.
Los diálogos habrían sido interpretados por algunos sectores como una presión de Varela a la fiscalía para orientar investigaciones sobre casos de corrupción, como el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, acusada de pagar sobornos en el país para obtener contratos.
Porcell, nombrada por Varela en 2014 para un período de 10 años, indicó que esas filtraciones son un “delito muy grave, que tiene que ser investigado, y se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias para determinar quién lo hizo”.
La jerarca indicó que su dimisión busca evitar que digan que está parcializada o que se está encubriendo a alguien.
El 14 de noviembre anterior, el procurador Rigoberto González anunció la apertura de una investigación por dos causas contra Porcell.
Además, González solicitó revisar el acuerdo entre la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la empresa Odebrecht, suscrito en 2017, en el que la empresa brasileña aceptó cancelar $220 millones por haber pagado sobornos en Panamá.
“Queremos tener acceso a lo que él [Varela] denunció para ver si algo de lo que están diciendo allí guarda relación con lo que se está denunciando. Y verificar qué otras medidas podemos adoptar”, explicó González, después de recordar que Varela negó haber perdido su celular, publicó el diario La Prensa de Panamá.
Varela se defiende
Por su parte, Varela se defendió señalando que lo publicado “ha sido manipulado” y acusó a su antecesor, Ricardo Martinelli (2009-2014), de estar detrás de esta filtración.
Sostuvo que la interceptación de sus comunicaciones se hizo con un equipo de espionaje adquirido durante la gestión de Martinelli y rechazó que hubiera perdido su celular.
Martinelli fue juzgado este año y declarado “no culpable” por cargos de espionaje a opositores durante su gobierno.
“Su posible relación (de Martinelli) y la de sus allegados con los proveedores de este equipo le habría permitido continuar interviniendo ilegalmente conversaciones privadas más allá de su mandato”, añadió Varela recientemente.
Antiguo aliado político de Varela, Martinelli fue investigado por múltiples escándalos de corrupción, aunque tanto él como sus seguidores culpan a Varela de “persecución política” durante su gobierno, a través de Porcell y la fiscalía.
“Con fines puramente desestabilizadores han filtrado mis conversaciones privadas con mi familia, mis amigos y con muchas otras personas que acudían a mí como mandatario del país. Solo ellos y yo conocemos el contexto real en que esos intercambios se dieron”, dijo Martinelli en un comunicado de prensa publicado en sus redes.
El expresidente presentó una demanda penal ante la Fiscalía, en la cual advirtió que el delito de espiar su teléfono, extraer información contenida en este y publicarla de forma anónima, perjudicó además a sus familiares, actuales funcionarios, jueces, diputados, periodistas, dirigentes gremiales, sindicales y de la sociedad civil.
Asimismo denunció que es víctima de amenazas de nuevas revelaciones sobre intercambios e información contenida en su celular, desde un número desconocido y que en uno de los mensajes que le dejaron lo amenazaron diciendo “con la segunda parte te va a dejar tu esposa y los pocos amigos que te quedan”.
