Destacado

Vegalicious: un helado vegano que rompe paradigmas

En el 2017, Natalia Cabrera cumplió siete años de ser vegetariana. Esto significa que, a pesar de no comer carnes,…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Vegalicious: un helado vegano que rompe paradigmas
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En el 2017, Natalia Cabrera cumplió siete años de ser vegetariana. Esto significa que, a pesar de no comer carnes, ella consumía productos derivados de huevos y lácteos.

Desde entonces, esta ingeniera industrial, originaria de El Salvador, decidió dar el paso al veganismo; una versión más estricta y que descarta cualquier alimento (o producto) de origen animal. Nunca imaginó que, esa decisión, le permitiría emprender su propio negocio.

Las ganas de poder disfrutar de un helado “tradicional”, sin tener que sacrificar su filosofía de vida, la llevaron a desarrollar una versión vegana que ofrece diversos sabores, como ron con pasas o crema irlandesa. Todo,esto, claro está, sin tener que recurrir a la leche de vaca; su emprendimiento es Vegalicious.

Luego de dos años de pruebas y ferias de exhibición, unos $10 mil de inversión inicial y mucha paciencia, Cabrera pasó de saciar un antojo a vender su producto en la cadena de Auto Mercado y, de paso, compartir su filosofía de vida con sus clientes.

Ahora, esta emprendedora de 39 años busca expandirse a otros abastecedores, al tiempo que trabaja en el diseño de nuevos sabores y presentaciones de su producto. Además, asegura que en sus planes está en una franquicia y la incursión en materia prima para productos veganos.

Alentador capricho

“Quería crear un producto que es muy común y apetecible pero que también demostrará que ser vegano no es pasar comiendo zacate, brócoli o chayotes. También pueden haber productos sanos y ricos”, explicó Cabrera.

Las ganas de un postre “dulce y cremoso” pero que le diera la satisfacción de apegarse a su estilo de vida llevó a esta ingeniera a experimentar con recetas, a base de “leches” vegetales. Entre ellas, la más conocida es la de almendra, aunque también emplea de coco y de nueces.

Asegura que el proceso de idear nuevos sabores es algo “divertido” ya que conlleva la incorporación de ingredientes naturales para aportar colores y texturas, “así como lo hacían los indígenas”.

“Nos basamos en tintes naturales. Si quiero amarillo, voy por un poco de curcuma, o jugo de remolacha para colores rojos. Son sabores imperceptibles, en pequeñas cantidades, pero que aportan a nivel visual”, destacó.

Durante este proceso, Cabrera comenzó a percatarse de que un helado vegano podía ser disfrutado por otras personas como aquellas intolerantes a la lactosa o con una condición celiaca.

Natalia Cabrera, fundadora de Vegalicious, durante una de las ferias que tanto le ayudó a romper prejuicios sobre los productos veganos, por medio de degustaciones. (cortesía Natalia Cabrera)

A medida que fue perfeccionando la receta, empezó a compartir su creación con amigos y familiares. Esta “red de apoyo”, asegura, fue vital para pensar que era posible establecer un negocio propio.

Así, esta emprendedora comenzó a preparar su producto para venderlo en ferias orgánicas y mercados veganos. Se terminó de convencer, sobre la posibilidad de éxito, cuando personas que no tenían ninguna alergia o eran veganos, comenzaron a comprar sus helados.

“Fue increíble que nos dijera que este producto les quitó todos los paradigmas que tenían de los productos veganos. No sentían la diferencia con un producto de leche de vaca”, aseguró.

Desde que pensó en dedicarse de lleno a su nuevo negocio, Cabrera tenía claro que quería pensar en expandirse. Por eso, explica, gran parte de la inversión la destinó a la asesoría legal para completar el proceso de trámites así como diseñar el logo y los envases.

“Por ejemplo, cada sabor tiene un número diferente de trámites individuales que se requieren. Esto, dependiendo del sabor y del tipo de ingredientes que utiliza”, explicó al tiempo que agregó que cada permiso tardó aproximadamente dos meses en gestarse.

Interesante reto

Para Cabrera, ser una emprendedora no es fácil, en ningún país. Implica invertir capital en algo que no da retorno inmediato, explicó. No obstante, el incursionar en el sector vegano le proporcionó una serie adicional de “retos interesantes”.

“Tenemos que adaptarnos a un sistema institucional, donde no hay una base legal para productos de este tipo. No hay una clasificación de productos veganos en el Ministerio de Salud”, lamentó.

Por eso Cabrera se vió obligada a que adaptar algunas cosas. Entre ellas esta la etiqueta que dice: “Helado de agua”.

“No podemos decir que es helado de leche ya que, para el Ministerio de Salud, solo se pueden hacer a partir de leche de vaca. Son barreras que son muy limitantes y retadoras para un emprendedor vegano”, añadió.

Los “colorantes” utilizados son ingredientes naturales. Por ejemplo, para conseguir el amarillo, Cabrera recurre a la cúrcuma. (cortesía Vegalicious)

Una vez con la parte legal establecida, una marca definida y una presentación profesional, Vegalicious comenzó a incursionar en Ferias especializadas de helados.

“Empezamos a invertir en ferias donde no vendimos mucho, pero donde tuvimos mayor exposición. Pudimos ofreer más degustaciones y ese cara a cara rompe los prejuicios”.

El momento determinante, para Cabrera, ocurrió el año pasado en la Feria del Helado. Esta exhibición reune a más de 60 marcas diferentes y a ella no llegan solamente los amantes de este producto sino también representantes de cadenas de abastecedores, que buscan nuevos productos.

Tercera, la vencida

Fue así como se empezó a gestar la posibilidad de ingresar en los diversos Auto Mercados. Sin embargo, esta emprendedora asegura que no fue fácil y requirió de mucha paciencia.

“Ingresamos hace cuatros meses. Ya habíamos intentado entrar dos veces antes. El problema es que la parte de congelados es complicada por la gran oferta y el poco espacio disponible”.

Ahora, Vegalicious produce, al menos, 60 galones de su presentación comercial de ocho onzas. Esto, sin contar los pedidos especiales ya que también proveen cafés, hoteles y restaurantes. Además, Cabrera pasó de producir en la cocina de su casa a tener su propio local.

La proyección de la incipiente empresa está en ingresar a otras cadenas de supermercados y convertirse en el referente local de helados veganos. “El mercado de veganos y comensales con alergia está creciendo. Por eso, este tipo de productos va ganando mercado poco a poco”.

Dado que aún no ha logrado contratar más personas asegura que va poco a poco para poder asumir nuevas responsabilidades comerciales de una forma responsable, sin embargo, esta ingeniera no deja de soñar.

En el próximo año, además de incursionar en otros abastecedores, Vegalicious buscará establecer una red de heladerías “que sean inclusivas”. En los próximos dos años, la meta es exportar a Centroamérica.

“Igualmente el mercado de leches vegetales es escaso. Por eso consideramos que sería interesante incursionar en ese mercado, de materia prima para productos veganos, también”, sentenció.

Promoción de la entrada de Vegalicious a la cadena de abastecedores Auto Mercado (cortesía Vegalicious)