Tomás Gómez
A más de un año de la llegada del covid-19, el Insituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) mantiene activos varios proyectos para atender las amenazas de la pandemia.
La producción de ventiladores que ayuden a prevenir el colapso hospitalario son parte de ellos y este viernes la institución comunicó que su diseño pasó uno de los filtros más importantes: la prueba con animales.
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“La Caja Costarricense de Seguro Social exige tres pruebas diferentes para utilizar los equipos en sus pacientes. La primera es en simuladores. La segunda son las pruebas preclínicas (en animales) y la última es la prueba clínica (en humanos)”, explicó el ingeniero Adrián Quesada, coordinador del proyecto.
Dada la emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud había autorizado desde setiembre anterior el uso de los ventiladores aún sin los testeos en humanos en aquellos casos donde se considere que podrían salvar una vida.
Animales enfermos y sanos se ponen a prueba
Para probar los ventiladores, el TEC realizó una alianza con la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (UNA).
Las pruebas se realizaron tanto en animales sanos como animales con dificultad respiratoria. En ambos casos el respirador pasó sin complicaciones.
Durante el proceso se hizo una comparación entre el funcionamiento del ventilador creado por el TEC y el ventilador comercial. “Se comprobó que la oxigenación en sangre aumentó con el uso de nuestro ventilador. Esto quiere decir que nuestro ventilador dio mejores resultados que el comercial”, señaló el ingeniero Quesada.
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El coordinador del Servicio de Enseñanza y Simulación Clínica de la UNA, Roberto Estrada, agregó por su parte que la experimentación con los animales pasó por todos los permisos bioéticos respectivos.
“Además se mantuvieron todos los estándares que se solicitan a nivel nacional e internacional para asegurarnos que los animales no sufrieran durante el proceso”, detalló.
¿Qué les falta a los ventiladores?
Pese a la autorización para usar los ventiladores sin testeo en humanos, el TEC insiste en que completará el proceso.
“Sin embargo, recordemos que ya tenemos el permiso para que estos puedan ser utilizados por los centros médicos en caso de que se dé un desabastecimiento de ventiladores mecánicos, ya que si nuestro equipo, aún sin la etapa de pruebas en humanos, puede salvar la vida de una persona, debe ser utilizado”, Quesada .
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“Esto no quiere decir que no terminemos nuestra investigación. Nosotros seguimos trabajando”, enfatizó el experto quien agregó que conversan con el Ministerio de Salud para avanzar la investigación.
“Recordemos que la investigación, como cualquier proceso, toma su tiempo. Algunas investigaciones han tomado hasta 50 años. No es que duremos mucho sino que la investigación sigue su proceso”, finalizó.
