Un peculiar método desarrollado en el Centro de Rescate Jaguar, ubicado en Limón, permitió que una mamá perezosa se reuniera con su cría que había caído de un árbol.
Los cuidadores lograron que la madre perezosa de tres dedos no rechazara al pequeño. ¿Cómo fue posible?
Encar García, directora del Centro de Rescate Jaguar, explicó a El Observador que el mecanismo empleado en este caso -que la ha dado la vuelta al mundo desde el pasado 10 de mayo- nació hace años.
Pero se ha ajustado con el paso del tiempo hasta lograr una mejor versión.
Este consiste en grabar a la crías cuando lloran en el momento cuando reciben atención médica.
Una vez queda registrado se llevan a la cría al árbol donde se encuentran sus progenitores y reproducen la grabación.
Esto mismo hizo el personal del Centro de Rescate Jaguar para que la perezosa bajara del dosel y recogiera a su cría.
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De cuidado
García detalló que el proceso debe hacerse con mucho cuidado. Esto por varias razones.
- Cada grabación es personalizada en vista de que los animales saben reconocer el llanto de sus retoños.
- Cuando se hace la devolución de la cría el personal debe cerciorarse que es la mamá la que baja del árbol, no un macho que podría atacar al bebé o a las personas.
- Se debe garantizar que la perezosa que abrigará al pequeño (o pequeña) es la mamá y no alguna otra.
“Esperamos pacientemente hasta que la mamá bajó a por el bebé. Nos derrite el corazón cada vez que podemos presenciar el reencuentro de una mamá y su bebé”, escribió el Centro en su perfil en Facebook junto con el tierno video que replicaron cadenas estadounidenses como ABC y Fox.
Según la Fundación para la Conservación de los Perezosos, las madres de esta subespecie (perezosos de tres dedos de garganta marrón) crían a sus hijos en solitario durante un máximo de 12 meses.
Los perezosos de tres dedos pueden crecer entre 17 y 31 pulgadas de longitud, pesar entre 5 y 14 libras y llegar a los 40 años.
Loable labor… ¡usted puede ayudar!
En estos momentos el Centro de Rescate Jaguar cuenta con nueve perezosos electrocutados y que están graves en el hospital de animales.
Además hay cuatro crías prematuras, 10 adolescentes listos para pasar a la etapa previa a su vida en el bosque y 10 pequeños.
García -quien dejó España hace 20 años para instalarse en el Caribe sur y fundar el Centro- aseguró que cada año crece el número de animalitos atendidos por diferentes causas.
En estos momentos hay más de 900 y ella no duda en que crecerá en el 2023. De allí que el aporte de los costarricenses es valioso para que este sitio pueda seguir funcionando.
Los visitantes pueden acudir al sitio y pagar por un tour, cuyos recursos se destinan a la operación del Centro.
También se puede visitar el sitio oficial para que vea cómo puede donar.