Tomás Gómez
El último punto del juicio por la muerte de Marco Calzada fue brindarle a los participantes una última oportunidad para decir algo antes de la sentencia y don Mario y doña Gabriela, papás de la víctima, tomaron la palabra para dirigirse directamente a los acusados.
Con un mensaje de fe, ambos reprocharon el daño a su hijo, a la vez que dejaron de lado los rencores.
“Rezamos por su conversión todos los días, por sus familias”, comenzó el papá.
“Si ustedes no hubieran hecho lo que hicieron la policía hubiera actuado diferente, Ese mismo día pudieron haber dicho quienes eran, y no lo hicieron. Si hubieran querido huir hubieran huida, por qué se quedan hasta el final. Son muchos por qué que no fueron resueltos: por qué mienten, por qué tan siquiera nos vuelven a ver y dicen algo”, siguió.
En su turno, la mamá resaltó como son muchos quienes llevan dolor por lo sucedido. Sumó a ello que
“Aquí todos sufrimos. Sufrimos nosotros que nuestro hijo no está, sufren Justin y Josué por el temor que tienen ahí, sus mamás por el pensar que sus hijos están en una banda y que participaron en esto”, afirmó.
“El único que sabe qué pasó realmente es Dios y ustedes en sus conciencias. Podemos estar libres en la calle pero no tener libertad interior, de nada nos sirve de repente estar en la calle y no poder dormir claros”, siguió.
Sobre ese tema, don Mario también les señaló que no iban a buen destino.
“No le deseamos nada malo a ustedes. Esperamos en Dios puedan convertirse y si la cárcel es su lugar creo que van a estar más a salvo ahí que en el camino que estaban tomando”, señaló.
Finalmente, les recriminó como la evidencia tecnológica permitió identificarlos, algo que antes hubiera sido imposible.
“Si no hubiera habido cámaras les sale el juego y estarían libres todos ahorita. Quien sabe cuántas veces más hubieran hecho lo mismo”, fustigó.
Más allá de las leyes
Otro de los temas donde coincidió la familia Calzada Valverde fue en cómo no se enfrenta solo un tema de legalidad sino de fuertes raíces sociales.
“Soy una mamá, una maestra de preescolar, no se nada de leyes, pero se de amor, se del amor de Dios. “, acotó la madre.
“Estamos en un lugar donde es el derecho y la ley pero justamente donde quitamos ese componente social es donde talvez por eso siguen incrementándose las cosas”, siguió.
En la misma línea, el papá envió mensajes a varios sectores.
A las autoridades, por ejemplo, les recriminó
“Las autoridades le dan la señal a al gente de que yo puedo matar a alguien y puedo estar libre. Con solo conseguir un trabajo en una tienda de celulares y tener una causa de asesinato ya puedo tener medidas cautelares en la casa. Eso no es una señal para la sociedad”, sostuvo.
También se solidarizó con las otras familias que han sido golpeadas por la violencia.
“Les damos el abrazo a todos los que están pasando por esto, que vienen aquí solos; que posiblemente no hay pruebas y no se cuantos no llegan a ningún lugar”, concluyó.
Acusado habló a la familia
En el actual juicio se juzga a dos hermanos de apellidos Rojas López, que tienen 20 y 22 años respectivamente.
A ambos se les dio la oportunidad de hablar también al final pero solo el mayor quiso hacerlo.
Comenzó por darle el pésame a la familia y por unos 5 minutos justificó su historia de vida, además de defender su actuación el proceso.
“La verdad me duele mucho, he dado la cara en este proceso como tiene que ser y estoy consciente de lo que se me juzga, de los peligros procesales”, mencionó.
También habló de su familia y sobre todo del rol de su madre.
“Yo no tuve figura paterna. Ella ha luchado por mí, ella trabaja, ha dado todo por nosotros, somos tres hermanos”, dijo.
“Me critican, me juzgan, pero no conocen mi vida, el tipo de persona que soy. Me duele mucho, porque la verdad sí me duele demasiado que mi hermano esté pasando por esto”, finalizó.
Destino se definirá el 15 de agosto
En el proceso actual se juzgaba a los hermanos de apellidos Rojas López. Por este caso ya se había dado un primer juicio contra tres menores de edad, pero en el caso de los hermanos estos ya habían cumplido 18 años, por lo que tienen proceso aparte.
El proceso arrancó el 5 de julio con con los testimonios.
Los primeros en declarar fueron los papás de la víctima. También expusieron un taxista y un chofer de plataformas que transportaron a los sospechosos tras el suceso. A ellos se suman representantes de Fuerza Pública y el OIJ que estuvieron con el caso.
En las audiencias también se vieron decenas de vídeos que mostraban el ataque, pero también los momentos previos y posteriores, con los que los denunciantes insisten en probar que se trató de una actuación grupal y excesivamente violenta.
La Fiscalía señaló contra ellos los supuestos delitos de homicidio calificado y robo agravado.
Por ello, el Ministerio Público pidió 35 años de prisión por la muerte y 15 por el robo, que de mantienen en 35 por las reglas procesales. La representación legal de la familia, por su parte, pidió una pena de 24 años por homicidio y 6 por el robo.
La defensa de los acusados, por su parte, pidió absolverlos, quitarles las medias cautelares y devolverles los teléfonos que les decomisaron por la investigación.
El Tribunal convocó para el próximo martes 15 de agosto a las 8:00 de la mañana para dictar la sentencia completa.
