Sergio Arce
Daniel Ortega rompió este miércoles en la tarde su ostracismo de 34 días, al aparecer en una cadena de televisión -obligatoria para todos los canales y cableras- para hablar del impacto del coronavirus en el mundo, y en particular en Nicaragua.
El presidente nicaragüense apareció en la pantalla chica del vecino país a eso de las 5:40 p.m. acompañado de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y rodeado de altos funcionarios de su gobierno en una sala decorada con numerosos arreglos florales y escoltados por las banderas de Nicaragua y del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Daniel Ortega reapareció después de 34 días en el ostracismo. Captura de pantalla de la transmisión del canal 6 local.
Ortega reconoció que la pandemia ya entró a Nicaragua, pero que su avance se ha dado “muy lentamente”. Aseguró que eso se debe a los cuidados de la población y las medidas instauradas por el Gobierno.
Habló únicamente de un muerto producto de esta enfermedad (que en el mundo ha cobrado la vida de 134.178 personas y enfermados a más de 2 millones), frente a las 1.236 personas fallecidas en la vecina nación desde el 11 de marzo pasado hasta este miércoles 15 de abril.
Aseguró que esos 1.236 decesos ocurrieron por diversas enfermedades o circunstancias, tales como “tumores, diabetes, enfermedades renales, infartos, hipertensión, accidentes de tránsito, accidentes cerebro-vasculares, cirrosis hepáticas, asfixias neonatales, neumonía congénita, suicidios, ahogamientos y muertes por VIH”.
“El llamado que hacemos desde este pequeño territorio, que enfrentamos la pandemia con recursos limitados, con paciencia, disciplina, abnegación de trabajadores de la salud, participación ciudadana, con mucha entrega del ejército y la policía resguardando la seguridad e integridad territorial. Hemos estado librando la batalla”, dijo el mandatario en su alocución.
Minutos después Ortega alabó el trabajo de las autoridades de Salud de Costa Rica con el caso de la menor de edad embarazada de Nicaragua, quien cruzó la frontera de manera ilegal y fue llevada al centro médico de Upala, donde le realizaron pruebas y salieron negativas.
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El presidente sandinista aprovechó su tiempo al aire para hablar de que “este es el momento para la paz” y lamentó el gasto que las naciones desarrolladas realizan en armamento. “La mejor arma atómica que puede tener la humanidad es la salud, es la medicina”, exclamó el mandatario.
Su intervención duró escasos 20 minutos y terminó a las 6:12 p.m. Luego, tanto él como su esposa saludaron de beso, abrazo y apretones de mano a los presentes en el salón.
Horas antes de su alocución, el Gobierno de Nicaragua ordenó a las televisoras nacionales conectarse este miércoles a una cadena nacional para retransmitir una comparecencia del presidente Daniel Ortega.
El presidente del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), Orlando José Castillo, envió una convocatoria a todas las televisoras nacionales en la que les indica que la “transmisión se debe hacer desde la señal íntegra de Canal 6 o Canal 4, sin poner ni quitar nada”.
Daniel Ortega rompió su récord
Ortega venció el pasado 13 de abril su propio récord de ausencias en el cargo: 29 días. El comandante fue visto por última vez el 12 de marzo, durante un encuentro virtual con miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), para coordinar la prevención y contención de la pandemia de la covid-19.
La última larga ausencia de Ortega fue entre el 21 de febrero y el 21 de marzo de 2019, cuando acumuló 28 días sin aparecer, según verificó el medio local CONFIDENCIAL con el registro de cada una de sus actividades oficiales desde la crisis de abril de 2018, cuando cientos de miles de nicaragüenses exigieron en las calles su salida del poder.
CONFIDENCIAL advirtió el silencio de Ortega en plena amenaza por el coronavirus, el 18 de marzo. Ese día, su Gobierno confirmó el primer caso positivo de COVID-19 en Nicaragua, a través de una llamada telefónica de la vicepresidenta Murillo a los medios oficialistas.
Ortega es el único presidente o jefe de Estado en Latinoamérica que no se había dirigido a su nación para abordar el tema del coronavirus. La gestión de la crisis ha estado a cargo de la Primera Dama, quien en sus soliloquios diarios dicta las órdenes y medidas.
